Santo Domingo, República Dominicana. Aunque la Policía no ha establecido cuál fue el móvil del homicidio de un hombre que fue ultimado por sicarios el lunes en la avenida Leopoldo Navarro, la sobrina que lo acompañaba y sobrevivió considera que se trató de una ejecución.Así lo cree Kimberly María Fernández, de 20 años, quien el día del crimen resultó herida de tres disparos cuando se desplazaba junto a su tío José Giovanny Abreu Domínguez y otra persona solo identificada como “Chimbito”, a bordo de una yipeta por la avenida Leopoldo Navarro esquina San Martín, en la ciudad de Santo Domingo.
“No me di cuenta de nada, todo pasó demasiado rápido y llevábamos la música a muy alto volumen. Pero todo parece que los tígueres solo querían darle a él. Solo dispararon del lado del conductor y después se fueron”, explicó a reporteros del periódico El Caribe la joven quien está interna y fuera de peligro en un hospital de la ciudad, ya que los tiros que traspasaron a su pariente terminaron impactándola a ella en una pierna y un brazo.
Estaba acusado de homicidio
Aunque la Policía Nacional alega que Abreu Domínguez era buscado desde el 28 de marzo del año pasado por el homicidio de un hombre identificado como Emmanuel Renato Paulino Pascasio, en la ciudad de Santiago de los Caballeros, su sobrina dijo desconocer que su pariente haya estado involucrado en hechos de sangre.
Reveló que hace unos cuatro meses éste estaba residiendo en el ensanche Miraflores del Distrito Nacional y que había sido deportado de los Estados Unidos, aunque dijo no saber el motivo.
El crimen en el que murió Abreu Domínguez pudo haber sido peor, pues de acuerdo con las declaraciones de Kimberly, momentos antes de lo ocurrido, su tío también llevaba a su hija de 7 años en la yipeta Hyundai Santa Fe, en la que lo mataron. Sin embargo, pocos minutos antes del hecho, su tío había dejado a la niña en la casa de su novia.
Durante su relato, Kimberly expresó que su tío la había recogido cerca de la avenida 27 de Febrero esquina Leopoldo Navarro, y según lo que escuchó el día del hecho, mientras permanecía tirada esperando que la socorriera el equipo del Sistema Nacional de Atención a Emergencias (911), los hombres que les dispararon los venían siguiéndolo en una motocicleta y aprovecharon que ellos obedecieran la luz roja del semáforo para actuar. Ahí se pararon y un hombre con una camiseta azul se desmontó de la parte trasera de la motocicleta, disparó varias veces en la parte del conductor y se dieron a la fuga.
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