Tela en encaje, corset, babydoll, ligueros, medias, la lencería es considerada una de las armas de seducción más eficaces y por siglos las mujeres hemos comprobado el efecto que produce, sin embargo, te has preguntado ¿por qué resulta ser tan irresistible para los hombres? Científicos de la Universidad de Concordia en Montreal, Canadá, parecen tener la respuesta.
Los hallazgos de la investigación fueron presentados en la reunión de la Sociedad de Neurociencia realizada en Washington D.C., Estados Unidos, por el Dr. Gonzalo R. Quintana Zunino y según las conclusiones publicadas en el sitio livescience, la atracción masculina por la lencería no es un comportamiento exclusivo de los seres humanos y podría ser una señal automática de condicionamiento.
Para comprobarlo, los investigadores realizaron un peculiar experimento con ratas y estudiaron su comportamiento. En una jaula colocaron a un grupo de ratas hembra que estaban vestidas con unas diminutas chaquetas y en otra jaula a un grupo sin ropa. Luego juntaron a las hembras con machos vírgenes para que copularan.
Posteriormente, se mezclaron a los roedores de ambos grupos y los científicos observaron que los ratones machos que no habían estado con hembras vestidas se aparearon normalmente, sin embargo, los que copularon con las hembras de chaqueta por primera vez preferían a las que tenían ropa y se mostraban poco motivados con la ratas sin ropa.
En un segundo experimento, otro grupo de machos vírgenes fueron entrenados o para asociar la chaqueta con un premio sexual (copulación con una hembra sexualmente receptiva) o con una inhibición sexual (intento de copulación fracasado con una hembra no receptiva). Los roedores entrenados para asociar la chaqueta con la excitación tuvieron relaciones normales, mientras que los del otro grupo se mostraron mucho reacios al encuentro.
Además, para saber cómo la experiencia afectaba el cerebros de las ratas, los investigadores sacrificaron a los animales de ambos grupos y les inyectaron un medio de contraste en el cerebro que mostró la actividad de un gen llamado c-fos, que es una medida de la activación neural. Específicamente observaron más actividad en los centros de placer del cerebro de los roedores que copularon con las ratas vestidas.
Fuente Holadoctor.com