Quieres saber el secreto de las parejas cuyos miembros tienen sonrisas de oreja a oreja? ¡Mucho sexo!
Según la sexóloga médica Carmen G. Valcárcel-Mercado, varias encuestas realizadas en diferentes lugares de Occidente (Estados Unidos, México y Europa) revelan que una pareja promedio tiene relaciones sexuales entre dos y tres veces por semana (ocho a 12 veces por mes).
“Mientras más frecuentes y satisfactorios son los encuentros sexuales de la pareja, más fuerte es la unión emocional y el compromiso de mantenerse junta”, asegura la sexóloga médica Alicia Fernández al ser consultada por Eldiariony.com.
La experta sostiene que el sexo tiene tres funciones principales en una relación romántica: la erótica, la reproductiva y la comunicativa.
El pico sexual
El pico sexual de los hombres es a los 18 años y el de las mujeres, entre los 28 y los 30. Entonces, en un mundo ideal, ¿la pareja perfecta estaría compuesta por una mujer de 30 años y un hombre de 18?
“Este nivel máximo se refiere a la cantidad de testosterona en los hombres y de estrógeno en la mujer, no necesariamente al desempeño sexual”, sostiene la doctora Valcárcel-Mercado. A medida que los años pasan, la libido disminuye, especialmente en el caso de las féminas.
“Los ovarios de la mujer cesan de funcionar completamente, a diferencia del hombre, que sigue produciendo hormonas. Hay un porcentaje bastante elevado de mujeres que dicen haber perdido su deseo sexual luego del proceso menopáusico, no tanto así los hombres en su proceso de andropausia”, informa la doctora Fernández, especialista en sexualidad humana.
Esto explica la existencia de los “viejos verdes”. ¡Todo es culpa de su nivel de testosterona!
¿Se acabó el deseo?
Son muchas las causas por las que una de las partes de la pareja puede perder la libido, como la salud psicológica y las experiencias que se hayan tenido en el área sexual. “Depende de la situación, de la edad de la pareja, de la crianza de la pareja y hasta el aspecto religioso”, acota la doctora Fernández.
Valcárcel-Mercado, por su parte, asegura que, algunas veces, las causas son biológicas, el uso de medicamentos o “drogas recreativas” (especialmente la marihuana) y enfermedades, entre otras.
“En otras ocasiones, las causas pueden ser mentales: depresión, ansiedad o pobre autoestima. Situaciones relacionadas con resentimientos, desengaños e, incluso, la pérdida de la confianza”, añade.
El apetito sexual femenino
¿Habrá muchos hombres por ahí que necesitan un curso intensivo de artes amatorias para levantar el apetito sexual de la mujer?
Según la doctora Fernández, muchas veces la mujer no desea tener relaciones sexuales con su compañero debido a que éste no tiene técnicas adecuadas de acercamiento o se mantiene llevando a cabo una sexualidad mecánica. “A veces, ni siquiera le da un beso. Esta sexualidad mecánica para la mujer no es gratificante”, acota Fernández.
Por otro lado, amigo, si quieres un poquito de amor, pon de tu parte: ayuda a tu compañera a limpiar la casa, a cuidar a los niños y a cocinar.
“No podemos sacar de perspectiva que la mujer tiene muchísimas más responsabilidades en términos de atender la casa, a los hijos, al esposo y, encima de eso, está trabajando. Esto hace que la mujer se agote más y, obviamente, esto va a afectar su apetito sexual”, advierte.
¿Los reyes del cerebrito?
Existe una creencia generalizada de que el hombre necesita más sexo que la mujer. ¿Mito o realidad?
“Múltiples estudios científicos han demostrado que, entre los seres humanos, son los varones los que tienen mayor deseo sexual. Los hombres piensan más en sexo, fantasean más y buscan más encuentros sexuales”, explica Valcárcel-Mercado.
“Biológicamente, los hombres tienen una mayor concentración de testosterona, llamada la ‘hormona del deseo’”, añade. Cosas tan simples como el olor de un perfume, el tono de una voz particular, el estilo de una pieza de ropa, entre otras, pueden ser el disparador del deseo masculino, asevera la especialista.
Según la doctora Fernández, a los varones se les enseña a asumir la sexualidad de forma distinta que a las mujeres: “Éste tiene más oportunidades de manifestar sus deseos sexuales, mientras que a las mujeres se les enseña lo contrario”, opina. Sin embargo, para la dicha del género femenino, la situación está cambiando, pues la mujer conoce mucho más su sexualidad, la exige y la expresa, según opina Fernández.
Ante un problema
No tengan duda, el sexo es tan importante en una relación como el cheque de fin de mes. El que una de las partes de la pareja quiera tener relaciones sexuales y la otra no, puede generar problemas graves.
Si las exigencias del que quiere sexo son adecuadas, no recibe respuesta y está sexualmente insatisfecho, esto le va a provocar una autoestima baja, coraje, irritabilidad, alejamiento, sentirse rechazado, desarrollar pensamientos de que su pareja puede estar con otra persona, de que ya no le gusta o que no le agrada, advierte Fernández.
Estos sentimientos afectan la pasión, la intimidad y el compromiso existente entre la pareja. “Se afecta la estabilidad emocional de la pareja. Esto puede provocar peleas, afectar el diálogo, puede ocurrir agresión física, verbal o emocional y puede conllevar la separación o hasta el divorcio”, asegura la doctora Fernández. Incluso, de no atenderse, esta situación podría generar infidelidades.
Por otro lado, Fernández advierte que no se debe obligar a la persona que no quiere tener sexo a tenerlo, “ya que la manifestación sexual es libre y voluntaria de cada ser humano. El forzar u obligar a tener sexualidad puede conllevar a una acusación por agresión sexual”.
El término medio
“Cada cual debe desarrollar empatía con relación a cómo se está sintiendo su pareja. Tienen que buscar un término medio para que ambas partes se puedan complacer. La frecuencia sexual de la pareja es una decisión que le compete a ambos”, asegura Fernández.
La sexóloga recomienda a la pareja que dialogue sobre su vida íntima, que negocie un punto medio y que evalúe qué situaciones pueden estar provocando la falta de deseo sexual. Entonces debe proceder a buscar ayuda profesional sexológica. “El sexólogo trabajaría terapia sexual, educación sexual y revaluación de actitudes sexuales”, concluye.
Un estudio realizado recientemente por David Weeks, un neuropsicólogo escocés, reveló que el sexo ayuda a que las parejas se vean más jóvenes, además de proveer múltiples beneficios a la salud física y mental.
Según reportes cibernéticos, Weeks, del Hospital Real de Edimburgo (Escocia), concluyó que las parejas que mantienen relaciones sexuales tres veces por semana aparentan tener 10 años menos.
De acuerdo con la investigación realizada por el neuropsicólogo, el 25 por ciento de una apariencia juvenil se relaciona con condicionamientos genéticos, mientras que el resto (75 por ciento) tiene que ver con ciertos hábitos que tiene el ser humano, entre ellos el sexo.