Nueva York. El pastor pentecostés dominicano Gregorio Martínez, quien dirigía una iglesia evangélica en el condado Hudson de New Jersey y fue declarado culpable de abuso sexual a un niño de 13 años, en febrero de 2015, fue capturado en Honduras, donde se escondía como fugitivo de la justicia de Estados Unidos, después de huir a Centroamérica y no presentarse a la corte para la lectura de la sentencia.
Previamente, también había sido acusado de abusar sexualmente de varios menores de 19 años en iglesias del condado en las que predicaba.
La fiscal del condado Hudson, Esther Suárez, dijo la noche de ayer domingo en un comunicado que Martínez, para cuyo veredicto el jurado solo necesitó 30 minutos, estaba libre con una fianza de $250.000 dólares y en su captura participaron agentes del FBI y el Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos (US Marshalls).
El predicador, que residía en la ciudad de Jersey, fue acusado de cargos por contacto sexual agravado, abuso infantil y poner en peligro el bienestar de un menor.
Tras declararse “no culpable”, el pastor dominicano se enfrentó al jurado en un juicio en el que declarado convicto por hecho.
Fue detenido después que la víctima relató a sus padres, que Martínez, la había tocado.
Durante el juicio, Martínez fue acusado de agredir sexualmente a un hombre de 19 años de edad. Después de su condena, las autoridades lo acusaron de delitos sexuales contra otros dos hombres, también de 19. Martínez sabía que el niño tenía 13 años de edad, y las tres presuntas víctimas fueron abusadas por él en iglesias situadas en ciudades del condado Hudson, según los fiscales.
«Este fue un tremendo esfuerzo por nuestros detectives y fiscales dedicados, que persistieron con este caso siguiendo un rastro del dinero hasta que Gregorio Martínez fue detenido el martes en la noche en Honduras», dijo la fiscal Suárez.
«Esta investigación implicó el trabajo en equipo de varios de nuestros socios de agencias de aplicación de la ley y estamos agradecidos por el esfuerzo y la dedicación tenaz que llevó a su aprehensión», agrega el comunicado.
La fiscal dijo que su oficina exploró todas las opciones para capturar y extraditar a Martínez a Nueva Jersey, donde podría enfrentar una sentencia por convicción de abuso sexual y ser juzgado por los cargos relacionados con los otros tres adolescentes.
El medio NJ Media Advance, dijo en la primavera deb este año, que Martínez se había ido a la ciudad de Estelí en Nicaragua, donde había estado viviendo en un recinto de la iglesia.
Ahora está acusado por un feligrés de abusar sexualmente de un adolescente allí también.
La información de ese medio presionó la agilización de las investigaciones y captura de Martínez.
Martínez, natural de la República Dominicana, había estado predicando en varias iglesias pentecostales, de feligresía mayoritariamente latina en el condado Hudson.
En el momento del asalto sexual, era uno de los principales líderes diácono de la Tercera Iglesia Pentecostal Bethesda en Union City.
Luego se desempeñó como asistente de pastor de la Iglesia Cristiana Elohim en Jersey City. El padre de Martínez, Arturo, ejerce actualmente como pastor en esa congregación.
Dos de los amigos cercanos de Martínez, una madre y su hijo, sabían que el predicador estaba en Nicaragua, pero no lo delataron con las autoridades.
Los residentes en Jersey City Paula Martínez y Kelvin Martínez, que no están relacionados con Gregorio Martínez, asistieron a una fiesta de cumpleaños que se hizo en honor al fugitivo en Estelí en noviembre pasado, de acuerdo con las personas que estaban presentes.
Uno de los asistentes le entregó fotografías a NJ Media Advance con la pareja en el evento.
El pastor de la iglesia en la que Martínez había estado quedándose en Nicaragua, dijo que no tenía conocimiento del pasado del hombre y que había recibido una carta de recomendación para Martínez de un pastor de New Jersey asociado con las iglesias Asambleas de Dios, denominación pentecostal más grande del mundo.
Ese es el pastor Verardo Acosta, quien reconoció que escribió la carta después de la condena de Martínez, pero dijo que no sabía nada de la causa penal.
Martínez se cree que abandonó a Estelí el primero de febrero de este año y las autoridades tienen todavía que aclarar cómo cruzó a Honduras, país fronterizo con Nicaragua en el lado Norte.
El pueblo de Estelí tiene aproximadamente 60 millas de la frontera con Honduras y cerca de 85 millas de Danlí, donde fue detenido Martínez.
Mientras que Estados Unidos tiene un tratado de extradición con Honduras, la fiscalía del condado Hudson, no ha especificado que tiempo podría tomarse ese proceso para regresar a Martínez a Nueva Jersey.
Todas las solicitudes de extradición son canalizadas a través del Departamento de Estado de Estados Unidos con sede en Washington.
Martínez enfrentaba hasta cinco años de cárcel por la convicción de abuso sexual.
Ahora podía enfrentarse a cargos adicionales para la fuga.