Hace ya más de 20 años que salí de mi pueblo Constanza, mis padres buscaron un mejor futuro para sus hijos y lo lograron, personalmente nunca dejé de volver, de hecho lo sigo haciéndolo cada dos fines de semana, en ese trayecto de vida he visto cómo van y vienen accidentes de tránsito en la carretera que conecta el valle con la autopista Duarte.
Es una carretera complicada pues es empinada, tiene muchas curvas y al bajar la mayoría de los conductores olvidan poner un cambio que ayude a usar lo menos posible el freno, lo que ocasiona en muchos casos el recalentamiento de los mismos y del motor, en una semana puede que ocurran más de un accidente, muchas veces fatales, en otras no pasa nada, lo cierto es que este importante pueblo necesita asistencia vial, cientos de turistas se quejan de que en el camino no hay quien los socorra como pasa en muchas de nuestras autopistas.
Un pequeño pueblo que aporta el 4% del Producto Interno Bruto y que es de suma importancia para el país por su alta producción alimenticia se merece eso y más, es por eso que hacemos un llamado al gobierno en atención a nuestro reclamo, Constanza necesita el programa de Asistencia Vial.