El vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo, advirtió que negociar acuerdos con un Gobierno haitiano menos que provisorio es un esfuerzo inútil y contraproducente, al tiempo que cuestionó la incapacidad de aprender las lecciones de una larga historia de incumplimientos por parte de Haití.

Pelegrin Castillo



Castillo abogó igualmente por un cambio urgente en el enfoque estratégico del Estado dominicano en relación a Haití, ya que el vigente no responde al interés nacional.

«Las clases dirigentes de la República, no deben seguir haciéndole el juego a los poderes foráneos, en especial, de los Estados Unidos, que son los primeros que saben que Haití es un Estado Fallido. Con esa actitud propia de los avestruces solo se refuerza la irresponsabilidad y el cinismo con qué la Comunidad Internacional ha gestionado esa compleja crisis, y que en lo inmediato solo busca enmascarar la suma de sus fracasos», enfatizó Castillo



Castillo se preguntó sobre la eficacia, perdurabilidad e implicaciones de unas decisiones tomadas por un Gobierno haitiano que tiene una base en extremo precaria, al que apenas le quedan días, a menos que no esté apostando a permanecer en el poder si se vuelven a frustrar las elecciones haitianas que deberían realizarse a principios de octubre.

«Es cierto que en los Estados Unidos de América , hay sectores muy poderosos que no quieren ruidos en Haití antes de noviembre, pero eso no debería ser el motivo para seguir participando en la mascarada de la supuesta nueva etapa de las relaciones dominico-haitiana, o alimentando la falsa expectativa de que vamos ser hegemónicos en Haití, o de que hay una solución dominicana a los problemas de Haití», puntualizó Castillo.

El dirigente de la Fuerza Nacional Progresista y el Polo Soberano, advirtió que la República Dominicana no puede ni debe seguir asumiendo el rol de Estado Pivote en las relaciones dominico-haitiana para favorecer los planes de una Comunidad Internacional cínica que no respeta ni los derechos de Haití ni los de la República Dominicana, y que solo busca rehuir o minimizar sus responsabilidades.

Finalmente, manifestó sus reservas sobre el cumplimiento de la promesa de los haitianos de documentar a sus nacionales, y destacó que la débil posición dominicana de permitir fronteras abiertas y pocas repatriaciones de haitianos solo le resta credibilidad a las posiciones dominicanas.