Juani y Agustín, una pareja residente en España, perdió uno de sus anillos de boda hace 30 años, y cuando creyeron que nunca más lo verían, una mujer se logró contactar con ellos para contarles que la había encontrado.
Jessy Cuesta, una instructora de buceo de Benidorm, España, se encontraba recogiendo la basura que estaba acumulada en el fondo del mar cuando sorpresivamente se encontró con la argolla de matrimonio, y buscó todos los medios para contactarse con la pareja hasta que lo logró.
“Estaba recogiendo basura del fondo, porque es una pena cómo ensucian el mar, y lo que encontré en realidad fue una arandela. Al cogerla, se partió un trozo de sedimento y vi algo brillante. Ahí fue cuando me di cuenta de que era un anillo” contó la buceadora al sitio español Verne.
La mujer escribió un anuncio en Facebook para lograr dar con la pareja dueña de la argolla, y luego de dos intentos logró comunicarse con ellos pese a que en la publicación recibió varios comentarios negativos de usuarios que decían que probablemente estaban muertos o que ya no estaban juntos.
“En lugar de desanimarme esto me hizo buscar con más ahínco. Pensé: Por qué tendemos siempre a destacar lo negativo, por qué no podemos creer por una vez que las cosas pueden terminar bien?” expresó, y así fue. Una sobrina de la pareja calculó las fechas y lo comentó con su familia, y pronto le llegó una llamada telefónica a la buceadora.
Juani, la dueña del anillo que tenía grabado la fecha del matrimonio y su nombre, se contactó con Jessy para explicarle, con fotos de la libreta y el anillo de su marido de respaldo, que la argolla le pertenecía.
“Era de noche y estuve a punto de no contestar el teléfono”, explicó Cuesta, “pero en cuanto me dijo que era Juani me puse muy nerviosa y comencé a gritar” agregó.
Juani por su parte contó a Verne que fue a su marido a quien se le perdió la argolla cuando se bañaban en el mar, y se reunirá con Jessy el próximo 19 de septiembre ya que la buceadora viajará a Zaragoza, para entregarle su significativa argolla.