El Ministerio Público Federal informó este lunes en su página webque envió una acción penal en contra de once implicados en delitos de corrupción activa y pasiva, lavado de dinero, tráfico de influencias y asociación ilícita.
Entre estos, figura el expresidente de Brasil, Lula da Silva, y el empresario Marcelo Odebrecht, expresidente del grupo constuctorOdebrecht, además de nueve personas por corrupción relacionadas a contratos de una obra de infraestructura en Angola.
De acuerdo con la información, el expresidente entre 2008 y 2015 interfirió para supuestamente favorecer la liberación de recursos del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para una obra de Odebrecht en Angola en la que la empresa de un sobrino suyo también participaba.
La denuncia, en el caso de Lula, separa su actuación entre 2008 y 2010, cuando todavía era presidente y “como agente público practicó corrupción pasiva”, y de 2011 a 2015, cuando en calidad de exgobernante “cometió tráfico de influencias para beneficiara los involucrados” en la red de corruptelas.
Parte de los pagos ilegales, agregó la procuraduría, “se concretó por medio de conferencias dadas por el expresidente a pedido de la constructora y, en ese caso, la contratación se hizo a través de la empresa Lilis Palestras”, creada por Lula después de dejar la Presidencia.
“En el caso del expresidente, las penas máximas sumadas llegan por lo menos a 35 años de reclusión, además de multa. Ya el empresario Marcelo Odebrecht, de ser condenado, podrá pagar al menos treinta años de prisión”, detalló el comunicado del Ministerio Público.
La influencia del expresidente
La semana anterior, la policía concluyó que el sobrino de la primera esposa de Lula da Silva, Taiguara Rodrigues dos Santos, dueño de la pequeña empresa de construcción civil Exergia Brasil, cerró contratos con Odebrecht en Angola gracias a la influencia del expresidente.
Según informaron fuentes oficiales a medios locales, Rodrigues dos Santos recibió alrededor 20 millones de reales (unos US$6.1 millones) por parte de Odebrecht por los supuestos servicios realizados.
La Policía Federal cree que, en realidad, esa cantidad es un soborno que Odebrecht pagó a la empresa del sobrino de Lula a cambio de facilidades en los millonarios créditos que recibió entre 2011 y 2014 del BNDES.