Cada mujer elige su ropa interior de acuerdo a diferentes criterios de preferencia. Cada cual sabe cual es el formato que le va mejor, el color que combina mejor con su piel y su ropa, la tela que le resulta más cómoda y el talle que usa. Sin embargo, no todas prestan especial atención a esta cuestión y eligen el corpiño más por inercia que por una verdadera necesidad de comodidad y confort. Expertas en ropa interior revelaron entonces los ocho errores más comunes respecto de ese tipo de ropa y cómo solucionarlos:
1. Tener un solo talle
Nicki Hall, diseñadora en jefe de la marca de ropa interior británica Royce señaló que no es bueno testear el talle de corpiño una sola vez al año porque los pechos pueden alterar su tamaño debido a cambios hormonales, aumento o pérdida de peso y hasta cambios en el cuerpo debido al ejercicio. «Se nos olvida lo mucho que cambian nuestros pechos y que siempre deberíamos prestar atención a sus medidas». La jefa de diseño de la empresa británica de ropa interior Ultimo, Sharon Bell, también está de acuerdo: «Nosotros recomendamos que cada mujer chequee sus medidas cada seis meses». Sin embargo, ambas expertas recomiendan tener corpiños que se ajusten a las necesidades de confort de los pechos en los distintos momentos de cambios hormonales.
2. Usar un formato equivocado de corpiño
No es lo mismo una blusa transparente que una remera de algodón, así como no es lo mismo un corpiño de encaje que uno elastizado. Algunos sujetan más que otros y están los que sencillamente quedan mejor con ciertos outfits. «Hay sujetadores diferentes para distintas funciones. Muchas mujeres no piensan en la función del sujetador a la hora de usarlo o que es lo que van a usar sobre él», explicó Nicki Hall.
«Por ejemplo, un sujetador escotado no es adecuado para salir a trotar. La compra de un corpiño no debería ser hecha sin prestarle atención. Es necesario tomarse el tiempo de probar varios estilos para encontrar uno que se ajuste y se adapte a la forma del cuerpo y las actividades», señaló la especialista. «Con la ropa interior sucede lo mismo que con los jeans: se debe conseguir uno que sea tan apropiado para poder olvidarse de lo que se lleva puesto».
3. Depender demasiado del aro
«Muchas mujeres, en especial aquellas con pechos pequeños, asumen que tienen que llevar un corpiño con aro para conseguir una buena forma y soporte» dijo Hall. «Este es un error común porque aunque a simple vista no parece, los corpiños sin aro pueden dar el mismo apoyo, muchas veces con más confort y sin dejar de verse bien. Además se lavan y secan con más facilidad».
4. Lavar incorrectamente
La fundadora de Bluebella, la marca de ropa interior que más beneficios obtuvo en ventas luego de la película «50 sombras de Grey», Emily Bendell dijo: «Somos todos culpables de sumar nuestra ropa interior al resto de la ropa para lavar pero eso es un gran error». Y aconsejó: «Lo ideal siempre es lavar la lencería a mano o utilizar detergentes especiales para ropa delicada, que contienen ingredientes que no estropean la tela y la mantienen con buen aspecto.»
«Sin embargo, soy un realista, sé que la gente tiene una vida ocupada», señaló. «Así que si no tenés tiempo de lavar la ropa interior a mano es una buena idea ponerlos en un ciclo delicado, abrochados y dentro de una bolsa de lavado».
Nicki Hall, por su parte añadió que una temperatura inadecuada de lavado puede afectar gravemente los colores de la prenda: «No lavarlos a una temperatura demasiado alta, ya que esto tiende a hacer que los sujetadores blancos, por ejemplo, se vean grises. Unos 40 grados está bien».
5. Mal almacenamiento
Sea cual sea el formato del corpiño, siempre suelen deformarse con el proceso de lavado secado y cuando pasan mucho tiempo apretados en un cajón, aunque afecta en particular a los corpiños con taza. «Siempre se debe remodelar el sostén mientras está húmedo, sea cual sea el estilo», señaló Nicki.»Los corpiños con relleno deben almacenarse apilados uno encima del otro para mantener su forma».
6. Tener pocos corpiños
Nicky Hall recomienda tener varios corpiños con y sin aro en negro, blanco y nude: los colores que más se adaptan a los distintos estilos de vestimenta. Dentro de esa selección debe haber corpiños lisos, con encaje, alguno sin breteles y uno deportivo para hacer actividad con buen soporte. Esta variedad evitará repeticiones y será más cómodo tener un corpiño para cada atuendo que cumpla la función acorde para cada ropa que se usa.
7. No lavarlos
Uno de los errores más grandes respecto de la utilización del corpiño tiene que ver con la cantidad de veces que se lavan. Muchas mujeres piensan que al no estar en contacto directo con partes tan íntimas como la bombacha, puede ser reutilizado. Sin embargo, el contacto con el pecho lo expone a sudor, el roce constante y otras suciedades que pueden perjudicar la piel sensible del pecho a largo plazo. «Lo ideal sería que el número de veces que se usa un sostén antes de ser lavado sea sólo una», resaltó Jessica Prebble, fundadora de la marca de lencería Tutti Rouge. «Hay que tratar al corpiño como a cualquier otra prenda de ropa interior». Además, Prebble resaltó que los corpiños deben reemplazarse de seis meses a un año y las bombachas con mayor frecuencia, de tres a seis meses.
8. La importancia del top deportivo
Sarah Shotton, de la reconocida marca de lencería británica Agent Provocateur dijo que este tipo de corpiños debe estar debidamente equipado como cualquier otro sujetador. «Es realmente importante. Si estás haciendo aeróbicos o vas correr, el busto tiene que estar bien sujeto».
Fuente: https://www.infobae.com