La casa natal de Adolf Hitler en el norte de Austria será demolida para construir “un nuevo edificio” y poner fin a años de batalla judicial, anunció este lunes el ministro del Interior austriaco.
“La casa de Hitler será destruida. Los cimientos podrán conservarse, pero se construirá un nuevo edificio”, declaró el ministro Wolfgang Sobotka al diario austriaco Die Presse.
Agregó que la nueva construcción se destinará a uso “caritativo o administrativo”.
Para que se concrete el proyecto, el gobierno austriaco deberá concluir el procedimiento de expropiación de la casa situada en el centro de Braunau-am-Inn, cerca de la frontera con Alemania, precisó a la AFP un portavoz del ministerio del Interior.
Un proyecto de ley de expropiación a la dueña fue elaborado en julio para que el Estado austriaco recupere el bien y evite cualquier posibilidad de que la casa se convierta en un sitio de peregrinación nazi.
La fecha de presentación de este proyecto de ley en el Parlamento austriaco no se conoce todavía, ni tampoco las fechas previstas para la transformación del lugar.
La enorme casa con fachada amarilla, donde Hitler nació el 20 de abril de 1889, está vacía desde 2011, cuando el gobierno intervino en la batalla judicial con la actual propietaria, Gerlinde Pommer, habitante de la ciudad cuya familia posee la vivienda desde hace más de un siglo.
En los años 1970, el gobierno austriaco firmó un contrato con Pommer y transformó la casa en un centro para personas discapacitadas, hasta cuando la propietaria rechazó autorizar trabajos de renovación indispensables y se cerró el lugar.
Desde esa fecha, la suerte de la casa es objeto de intensos debates entre expertos y en el interior mismo del gobierno austriaco.
Una comisión fue designada por el gobierno y recomendó cambios “arquitectónicos profundos” del edificio, indicó este lunes el portavoz del ministerio y añadió que la recomendación será aplicada.