La temporada 2016-17 de la NBA comienza el martes con los campeones Cleveland Cavaliers del astro LeBron James, y los Golden State Warriors de Stephen Curry y Kevin Durant, con cartel de grandes favoritos para repetir la final de la NBA por segundo año consecutivo.
Durant, cuatro veces campeón anotador de la NBA, llegó a los Warriors con un contrato de dos años por valor de 54,3 millones de dólares.
«Es un equipo que siempre me gustó como jugaba. Estoy deseoso de que empiece el campeonato», dijo KD, que parece haberse acoplado a la perfección con Curry y su pandilla, según las demostraciones en los partidos de pretemporada.
Nadie duda que los Warriors son el equipo a vencer en la Conferencia Oeste con la adición de Durant a un róster que de por sí era el más compacto de esa liga, pero deben demostrar que psicológicamente se han recuperado del impacto que significó perder ante los Cavs una final que iban ganando 3-1 en la pasada campaña.
Para cualquier equipo que haya dominado la temporada regular de punta a cabo con 73 victorias y sólo 9 derrotas, y luego caiga a las puertas del título, ese puede ser un golpe devastador.
Es por ello que ahora, en vez del récord de 74 victorias en la nueva campaña, se mentalizan en las 16 que deben conseguir para recuperar una corona que cedieron a los Cavaliers.
Los Warriors deben plantar en el terreno un equipo formado por los bases Stephen Curry y Klay Thompson, con Durant y Raymond Green en las alas y Zaza Pachulia en el pívot.
«Son lo mejor que hay en el Oeste, y probablemente en toda la Liga», declaró Luke Walton, ex asistente de Steve Kerr en Golden State y ahora nuevo entrenador de Los Angeles Lakers.
Más allá del favoritismo, los Warriors deben demostrar que tienen corazón para superar la fortaleza mental de LeBron y sus muchachos.
Cavs y Lebron más fuertes
Los Cavaliers no hicieron grandes adquisiciones en el mercado de agentes libres de este verano boreal de 2016.
Sólo se dedicaron a asegurar con nuevos contratos a dos de sus estrellas, LeBron y Kevin Love, y buscar que éste último esté totalmente sano para la nueva temporada.
Por primera vez en su historia en la NBA, Cleveland sale en posición de defender un título y, para ello, su mejor arma es la fortaleza mental que permitió a LeBron James guiar al equipo a tres victorias consecutivas para ganar el título.
Un 69% de los gerentes generales escogió a los Warriors para recuperar el título de la NBA.
Tanto en Cleveland como en Miami, James ha guiado a su equipo a las finales de la NBA cada año desde el 2011.
«Es la misma mentalidad: Vamos a ganar este campeonato», dijo James.
«Tenemos la habilidad, tenemos el personal, pero ahora tenemos que trabajar. No podemos esperar que nos lo regalen, así como no esperamos que fuese gratis el año pasado», añadió.
Los Tres Grandes de los Cavs, Kevin Love, LeBron James y Kyrie Irving, tendrán a su favor un año más de química. Sólo deben rezar para mantenerse sanos.
Vistazo al resto
En el Oeste, sólo los incombustibles San Antonio Spurs parecen capaces de oponerse a los Warriors, pero de seguro resentirán la ausencia de su retirado astro Tim Duncan, reemplazado por el español Pau Gasol.
Los Spurs mantiene su núcleo original de Manu Ginóbili, Tony Parker y Kawhi Leonard, y esperan que con un año más en el equipo, LaMarcus Aldridge se resigne a ser la segunda opción de tiro después de Leonard.
Dos equipos con tintes de postemporada serán también Los Angeles Clippers y Oklahoma City Thunder.
Los primeros conservan a Chris Paul, Blake Griffin y DeAndre Jordan, pero éstos siguen prometiendo sin cumplir, y el OKC basa sus aspiraciones en Russell Westbrook, un candidato a MVP, pero no un mago.
Del resto del Este los Boston Celtics encontraron la estrella que necesitaban en el dominicano Al Horford, que estará rodeado de jóvenes figuras con mucha hambre de trascender.