Un conocido foro web internacional pidió a la comunidad que cuente las historias más aterradoras y reales de cuando usaron un tablero ouija.
Los usuarios comentaron cientos de historias escalofriantes. Acá las mejores:
1. El terror de la marca de la mano:
“Cuando era pequeña, jugaba con una ouija con mis amigos. Todos excepto yo creían en los espíritus, así que me la pasaba pidiéndole al tablero que hiciera cosas más físicas, como tocarme el hombro. El tablero nunca se movió, pero de pronto comencé a sentir un ardor en la espalda. Había tres marcas de manos en mi espalda,y estaban rojas e inflamadas, ¡cómo si me hubieran abofeteado! Me niego a volver a tocar una ouija.” —katherineh4
2. La sombras tenebrosas:
“El amigo de mi hermano jugó con una en su casa y todo se fue al demonio. Su familia empezó a ver monedas y canicas que rodaban por el corredor. Un día, su mamá estaba trabajando en el jardín y vio un perro, cuando lo llamó, dice que vio de repente el rostro de un anciano. Las cosas se pusieron tan mal que tuvieron que llamar a un cura para que hiciera un exorcismo de emergencia. Hasta hoy todavía ven sombras que los siguen. ” —Michelle Castillo-Fernandez, Facebook
3. El extraño apagón:
“Cuando tenía 15 años, mi abuela me pidió que usara el tablero para contactar a mi tío, que murió al nacer. Al principio parecía que estábamos hablando con mi tío, pero a medida que empezó a pasar el tiempo, la personalidad de mi “tío” cambió. Se puso posesivo y malo y finalmente el espíritu me dijo que tenía a mi tío y que venía por mí. Estuve desmayada un minuto entero. Cuando volví en sí, los focos de las cocina habían explotado y había vidrio por todos lados. Nunca volvimos a jugar.” —ashleyelaine88
4. El momento de mamá:
“Hace unos años, mi mamá y sus amigos estaban jugando a la ouija y el tablero deletreó “EMBARAZADA”. Estaban todos temblando mientras prosiguió a deletrear el nombre de mi mamá. Así fue como se enteró de que estaba embarazada de mí. A través de un maldito tablero de ouija. —kaylaforester44
5. El papá del más allá:
“Estaba jugando con el tablero con unos amigos, y el padre de una amiga había fallecido en un accidente manejando un camión unos años antes. Comenzamos a hacer preguntas al tablero y éste no dejaba de deletrear “puente” y “agua”… que es como el padre de mi amiga murió. Al principio estábamos escépticos, hasta que una campera que estaba colgando en la parte de atrás de una silla voló por la habitación, como si alguien la hubiera TOMADO Y ARROJADO. Nos asustamos y esa fue la última vez que me acerqué a un tablero.” —Kristine Oliver, Facebook
6. El evento de Halloween:
“Estaba jugando con mi hermanito una noche en Halloween cuando teníamos alrededor de nueve y doce años. El tablero terminó deletreando el nombre de un hombre… y luego el de mi mamá. Le pregunté a mi mamá por el nombre y se puso pálida. No me quiso decir quién era el hombre.”
—ashleyebosecker
7. El secreto del alma gemela:
“Cuando tenía 13 años, mis amigas y yo decidimos jugar con el tablero. Por supuesto, como la adolescente loca por los chicos que era, pregunté con quién me iba a casar y me respondió ‘W.T.C. 3.’ No le di demasiada importancia hasta tres años después cuando conocí a quien es hoy mi marido. Sus iniciales son W.T.C. y es el tercero de su familia. Nadie me cree cuando les digo, ¡pero es la verdad!” —malloryc
8. La sesión terrorífica:
“Con un amigo conocimos a una mujer a través del tablero que dijo que tenía 40 años antes morir y que había nacido en el 91 D.C. Hablaba una lengua muerta, así que sólo hicimos preguntas de sí o no. Dijo que su madre la había envenenado y que nunca supo por qué lo hizo. Le preguntamos si esto es lo que quería decirnos. Dijo “SÍ”. Fue bastante aterrador, porque parecía sacado de Supernatural or algo así.” —tessab4
9. El miedo a Dios:
Cuando mis amigos y yo jugamos, mi pregunta para los espíritus fue un poco más atemorizante que la de los demás: pregunté si Dios existía. Pero en vez de “Dios”, dije el nombre de Dios, Jehovah. Una vez que hice la pregunta, la planchette voló por una ventana abierta. LO JURO. Nunca volví a tocar una ouija. Luego, leí en la biblia que los demonios tiemblan de miedo cuando escuchan el nombre de Dios porque conocen su poder. ” —Destiny Waters, Facebook
10. El rápido saludo:
“Mi tío abuelo falleció y no pude ir al funeral por un compromiso en la escuela. Nunca le hablé de esta muerte a mis compañeros porque él tenía 98 años y ni siquiera eramos tan cercanos. Alrededor de una semana después, mis amigos y yo comenzamos a hablarle al tablero, y uno de mis amigos le preguntó si conocía a alguien en la habitación. Deletreó mi nombre. Le preguntaron la edad y dijo “98”. Luego le preguntaron su nombre y deletreó “OLIVER”. Su nombre. Comencé a llorar.El tablero deletreó “TE EXTRAÑÉ”, y luego fue directamente a “ADIÓS”. No volví a tocar uno desde entonces.” —rachelp45
Fuente: difundir.org