Juan Luis Cabrera se reunió con su hijo, un menor de 16 años, al enterarse de que la Policía Nacional lo buscaba por el robo de una motocicleta y tres celulares. Lo miró firme, de frente, y le dijo: “te entregaré a las autoridades porque tu padre no pagará nada de lo que robes”.
Un laberinto de callejones rodeado de aguas sucias fue parte de algunos de los obstáculos con que se encontraron reporteros del LISTIN DIARIO en una visita a la morada de Cabrera en el Batey Estrella, del sector Los Guaricanos.
Al hablar de “Ronny”, el mayor de sus 5 hijos, preso en la cárcel de San Luis luego de haber sido ent r e g ado por él mismo en la sede del Grupo Telemicro, la tristeza se apoderó de su mirada al reconocer que, en el seno de su familia, uno de sus miembros se habría desviado del buen camino.
“Yo sabía que él estaba en malas andanzas; yo le aconsejaba que se quitara de la calle que eso no trae nada bueno porque en mi familia nunca había pasado eso; yo siempre he trabajado mucho y de manera seria”, declaró Cabrera, bien conocido por el mote “Peña” en esa comunidad.
Su humilde hogar, sostenido por maderas viejas y cortinas estropajosas que dividen las habitaciones, había sido la semana pasada el escenario de un allanamiento ejecutado por agentes policiales que, según informes recogidos sobre ese hecho, no fue acompañado de una orden ni autoridad judicial, arrestaron a Cabrera y lo retuvieron durante un día, bajo el pretexto de ser “el padre del delincuente que buscamos”.
“Ellos abrieron la puerta a patadas; eran más de diez policías, me voceaban que dónde estaba mi hijo y yo realmente no sabía en ese momento porque él se había ido de mi casa, ya que yo no le permitía hacer lo que le diera su gana. Por eso, me llevaron preso al destacamento de aquí y el comandante me dijo que él tenía que aparecer, y para que la policía me lo matara en esos intercambios mejor lo entregué yo mismo, por la vía legal que más entendía”, reveló.
A pesar de eso, Cabrera tiene la esperanza de que su hijo cambié su modo de vida. Dice que “Ronny” dejó la escuela estando en octavo curso, y entró al mal vivir “luego de juntarse con un blanquito de fama muy dudosa en el barrio”.
En el Batey Estrella, moradores hablan de “Ronny” como si fuera un delincuente de larga data, aunque es apenas un menor de 16 años que ha implantado su fama de ”reconocido malhechor.
De hecho, su propio padre revela que su hijo había sido tiroteado con anterioridad por agentes de la Policía en un incidente poco claro. Quizás aquel suceso sembró el miedo en Cabrera de que en un futuro “Ronny” encabezaría el titular de otra nota de prensa cualquiera sobre “intercambio de disparos”.
“Aquí todo el mundo sabe como actúa la Policía Nacional, ahorita me lo matan y yo no podría hacer nada. Es por eso que hago todo lo posible ahora que él está vivo, para ver si ese muchacho coge cabeza y deja esa vida, deseo de todo corazón que endereze su camino y no nos de más dolor”.
SE FUE DE SU HOGAR POR TEMOR A REPRESALIAS
Johana Gutiérrez, una ciudadana que reside en el sector Los Guaricanos, ha dicho temer por su vida, y ha revelado que ha sido atracada en varias ocasiones por el mismo atracador.
En una conversación por teléfono con periodistas de este diario, Gutiérrez dice que el mes pasado, “Ronny” le quitó su cartera con todo el dinero de su sueldo.
“Ese delincuente tiene ese barrio al tope, nadie lo aguanta; la última vez que me atracó fue para quitarme el celular, pero al forcejar con él me entró a trompadas y me lo arrebató; de todas maneras, aún tengo los ojos morados de todos los golpes que ese salvaje me propinó”, declaró la víctima.
Gutiérrez asegura que teme por su vida, ya que “Ronny” la llamó para amenazarla de muerte, diciéndole que “desde que salga de la cárcel me matará”.
La mujer indica que tuvo que irse de ese sector para donde su suegra, porque teme por su vida.
“Yo no puedo dormir pensando en el daño que me puede hacer ese delincuente. Ya son varias veces que me ha atracado, me tiene chequeada, su padre es el culpable de que ese carajo sea un delincuente; ahora lo entrega a la policía para que no se lo maten, pero… ¿Y todo el daño que él hace a la gente seria, entonces?”, manifiesta la señora, en tono de indignación y miedo.