Washington, Estados Unidos. ¿Cómo transferir la propia popularidad a otra persona? Barack Obama intensificó sus esfuerzos para que Hillary Clinton lo suceda en la Casa Blanca, con un mensaje para movilizar a los votantes que podría resumirse en una frase: háganlo por mí.

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Con una fuerte popularidad al final de su mandato para un líder saliente -54% según las últimas encuesta semanal de Gallup- el presidente demócrata recorre Estados Unidos para apoyar a Clinton en la recta final de una ruda campaña hacia las elecciones del 8 de noviembre.

Esta semana, Obama se dedicará casi exclusivamente a cazar votos en favor de su exsecretaria de Estado. Después de Columbus (Ohio), donde estuvo el martes, el miércoles estará en Raleigh (Carolina del Norte), el jueves en Miami y Jacksonville (Florida) y el viernes en Charlotte (Carolina del Norte).



Cada vez, Obama dirigirá una avalancha de cumplidos a Hillary («Jamás hubo un hombre o una mujer que estuviera tan calificado para el puesto, ¡jamás!») y lanzará un montón de afiladas críticas contra el candidato republicano Donald Trump («Él no es apto para ocupar la presidencia»).

Obama recurre regularmente a toques de humor para apoyar a Clinton, dando una nota más personal y ligando el futuro al de la candidata a su propio legado.

«Yo les pido que hagan por Hillary Clinton lo que hicieron por mi», lanzó el presidente demócrata a finales de julio durante la convención de su partido en Filadelfia.

Unas semanas más tarde, daba un paso adelante, sumando a la comunidad negra a movilizarse por su exsecretaria de Estado.

«Después de una participación histórica en 2008 y 2012, en particular en el seno de la comunidad negra, yo consideraría un insulto personal, un insulto a mi legado, si esta comunidad baja la guardia y no se moviliza para esta elección», advirtió Obama en una cena con legisladores negros.

Como hace ocho años

Para Julian Zelizer, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Princenton, Obama «es consciente, como el equipo de campaña (de Clinton), que la candidata demócrata no suscita un entusiasmo desbordado».

«Él busca movilizar a la coalición que lo llevó al poder en 2008», estimó.

Clinton, que espera ser la primera mujer en llegar a la Casa Blanca en la historia del país, sabe que una victoria electoral pasa por una robusta movilización en su favor por parte de las mujeres, los jóvenes, los negros y los hispanos.

Por ello, Obama machaca que la comunidad negra debe participar de la elección.

En un programa radial este miércoles, el mandatario citó datos de la votación anticipadas. «Seré honesto con ustedes. El voto latino es elevado. Los votos en general son elevados. Pero el voto negro, ahora mismo, no es lo sólido que debería».

No es extraño que un presidente se lance a la campaña por su sucesión, pero la intensidad del involucramiento de Obama no tiene equivalente en la historia reciente.

Dwight «Eisenhower insistió sobre la continuidad que representaba Richard Nixon en 1960 y lo mismo hizo (Ronald) Reagan con (George H.W.) Bush en 1988, pero ningún presidente hizo antes un llamado tan personal», subrayó Larry Sabato, de la Universidad de Virginia.

Frente a una multitud joven y compacta el martes en la noche en Capital University, en Columbus, Obama instó al electorado que lo llevó al poder a «trabajar tan duro por ella como lo hicieron por mi».

«Ella me hizo un mejor presidente sin reclamar el crédito», dijo con la camisa arremangada y evocando los cuatro años que Hillary Clinton estuvo a la cabeza de la diplomacia estadounidense.

«Simplemente les pido lo que les pedí hace ocho años. Les pido que crean en su capacidad de provocar el cambio», concluyó frente a una multitud entusiasmada, coreando, en alusión a su campaña histórica de 2008: «¡Elije la esperanza! ¡Elije la esperanza!».