Esta semana se dio a conocer el expediente del caso de Austin Harrouff, un joven de 19 años que asesinó a una pareja en Florida, Estados Unidos, y luego arrancó el rostro de una de sus víctimas a mordiscos a principios de agosto.
Las víctimas eran John Stevens de 59 años y Michelle Mishcon, de 53, quienes estaban en el garaje de su casa cuando fueron sorprendidos por Harrouff, quien los agredió con un cuchillo y luego comenzó a morder el rostro del hombre, momento en que fue detenido por la policía.
Tras el crimen, el joven estuvo hospitalizado por cerca de dos meses debido a problemas de salud, que podrían derivar del consumo de sustancias químicas usadas en la jardinería y que fueron encontradas en el garaje donde ocurrió el doble homicidio.
De acuerdo a los documentos publicados por el Palm Beach Post y difundidos por el Washington Post, cuando el joven estaba internado les dijo a los oficiales: “Ayúdenme, comí algo malo”.
Los policías preguntaron a Harrouff qué era y él les dijo “humanos“.
Según estos mismos documentos, el estudiante y aficionado al fútbol americano tenía “pelo humano en su boca” cuando fue encontrado por las autoridades, a quienes les habría pedido que lo mataran porque “no merecía vivir”.
El brutal ataque se habría producido luego de que Harrouff consumiera flakka, una poderosa droga sintética y que funciona como estimulante psicoactivo, lo que explicaría el extraño comportamiento del joven, detalló el sheriff del condado de Martin, William Snyder.
Igualmente, los hijos de las víctimas han solicitado que Harrouff sea condenado a la pena capital por el crimen, mientras él está recluido en la cárcel del condado a la espera de que comience el juicio respectivo.