En la recta final de una apretada carrera electoral, la lucha sin cuartel entre Hillary Clinton yDonald Trump se endurecía aún más este miércoles con virulentos ataques personales y constantes acusaciones de incompetencia.

Debilitada nuevamente por el caso de sus mensajes electrónicos, la candidata demócrata volvió a pasar a la ofensiva y acusó a su rival republicano, entre otras cosas, de haber “pasado su vida denigrando, degradando, insultando y agrediendo a las mujeres“.



“Ha demostrado que no tiene el temperamento ni la calificación para ser presidente”, lanzó quien, a los 69 años, podría convertirse en la primera mujer en ser presidente de Estados Unidos tras las elecciones del martes próximo.

Donald Trump, de 70 años, no se quedó atrás sacó toda su artillería pesada: su rival, dijo, amenaza con provocar una “tercera guerra mundial” si accede a la Casa Blanca y es culpable de haber dejado ingresar a Estados Unidos “a los más peligrosos y violentos clandestinos” cuando estaba a la cabeza de la diplomacia norteamericana.



“No tiene sentido común, no tiene intuición”, arremetió en un mitin en el estado clave de Florida, que recorrerá durante toda la jornada y donde se volverá a escuchar el pedido de poner a Clinton “tras la rejas”.

Los asesores del republicano acusaron a Clinton de haber “puesto constantemente sus intereses (…) por encima de los de los estadounidenses”.

Esta retórica terminó por sacar a Clinton de las casillas.

El martes, durante un mitin en Florida, un manifestante exhibió una pancarta en la que acusaba a su marido, Bill Clinton, de ser un violador. La ex primera dama no pudo contener su ira.

“Ya tengo suficiente de estos comportamientos negativos, oscuros, divisivos y peligrosos de gente que apoya a Donald Trump”, aseguró, augurando una difícil reconciliación entre los dos Estados Unidos que se enfrentan en esta elección.

Turbio papel del FBI

Este clima sin precedentes en una campaña electoral se crispó aun más por el papel jugado por el FBI y la catarata de revelaciones de prensa y del sitio Wikileaks, que no cesan de sacudir la campaña.

El director del FBI, James Comey, de filiación republicana y en el centro del debate por haber decidido reanudar la investigación sobre el uso por Clinton de un servidor privado cuando era secretaria de Estado (2009-2013), es acusado ahora por los demócratas de silenciar las “conexiones” de Donald Trump con Rusia.

En un registro menos escandaloso, The New York Times reveló el martes que el magnate inmobiliario había usado durante años en la década de 1990 métodos cercanos a la ilegalidad para reducir el pago de impuestos en “varias decenas de millones de dólares”.

Por su parte, el presidente Barack Obama atacó sutilmente este miércoles la reanudación de la pesquisa sobre los emails, al afirmar que las investigaciones no deberían basarse “en insinuaciones, informaciones incompletas o fugas” periodísticas.

Recordó asimismo que la primera investigación del FBI había concluido que Hillary Clinton había cometido “errores”, pero que “nada merecía ser objeto de demandas judiciales”.

Estrecho margen

Hillary Clinton, que este miércoles se desplaza a Nevada y Arizona, estados tradicionalmente republicanos del suroeste, atacará nuevamente al empresario por sus tácticas para eludir el pago de impuestos e intentará convencer a los votantes hispanos, que serán cruciales en los comicios del 8 de noviembre.

La candidata contará nuevamente con el apoyo de Obama, quien el miércoles está en Raleigh (Carolina del Norte) para respaldar a su exsecretaria de Estado.

En vísperas de los comicios del martes, el presidente también hará campaña por Clinton en el estado de New Hampshire.

Para vencer el 8 de noviembre, cualquiera de los dos candidatos a la Casa Blanca deberá obtener al menos 270 grandes electores distribuidos entre los 50 estados de la Unión.

Los sondeos de intención de voto le siguen dando ventaja a la demócrata, pero el promedio establecido por el sitio Real Clear Politics otorga a Clinton apenas 2,2 puntos más que a su adversario (45,3% contra 43,1%) a nivel nacional.

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Un nuevo sondeo realizado por ABC News publicado el miércoles otorga a ambos el mismo porcentaje: 46%.

La diferencia también se redujo en varios estados clave, entre ellos Carolina del Norte, y Trump va al frente en Ohio y Arizona, según el promedio de los últimos sondeos.

La incertidumbre sobre el resultado electoral hizo caer este miércoles a las principales plazas financieras mundiales, que temen la llegada del imprevisible Trump a la Casa Blanca.

AFP