Deben ser muy pocos en el mundo los que no conocen a Donald Trump, el magnate inmobiliario con nula experiencia política que acaba de ser elegido Presidente de Estados Unidos. Pero, ¿cuántos conocen a su compañero de fórmula Mike Pence, el “flamante” vicepresidente electo? Fuera de Norteamérica, no muchos.
Republicano, ferviente religioso y ultraconservador, así es este político de vasta experiencia, que ha causado mucha polémica por sus ideas y medidas en los cargos que ha ejercido.
“Soy un cristiano, un conservador y un republicano, en ese orden”, ha explicado el hombre de ultraderecha, que -por cierto- no siempre apoyó a Trump, pues al inicio respaldó al senador texano Ted Cruz, pero cuando su candidatura comenzó a perder fuerza decidió cambiar el rumbo.
Este hombre de 57 años es visto como una especie de contrapeso de Trump, quien suele ser disparatado y decir lo primero que se le viene a la mente sin medir las consecuencias. Mucho más reservado y serio es Pence, quien coincide con el presidente electo en muchas de sus cerradas convicciones sobre las minorías.
Entre sus iniciativas más controversiales como gobernador de Indiana -cargo que ostenta desde 2013 y hasta la actualidad- está el haber firmado una ley que permitía que locales comerciales y restaurantes impidieran la entrada de parejas homosexuales, argumentando que era parte de la libertad religiosa, consigna el diario español El País. Sin embargo, ante la presión público -que implicó protestas y manifestaciones- debió echar pie atrás. Pero no sólo estuvo en ese puesto, pues entre 2001 y 2013 formó parte de la Cámara de Representantes.
De hecho en su periodo como congresista abogó por fuertes políticas de defensa, leyes migratorias restrictivas y una agenda social ultraconservadora, asegura el medio La Razón, donde indican que Pence fue visto como quien podría servir de puente con la elite republicana que no ven con totales buenos ojos a Trump debido a que años antes apoyó a demócratas, tuvo una agitada vida sentimental (el empresario se ha casado tres veces) y en algún momento se mostró abierto a apoyar el aborto.
Por lo mismo, durante toda la campaña Pence siempre se mostró moderado y profesional, alejándose de cualquier polémica que pudiera contaminar aún más el denso ambiente que generó Trump.
Algunos dicen que este ex católico, actual evángelico, casado y padre de tres hijos, es más de temer que el propio Presidente Electo.
Claudio M. de Prado, periodista de política de la revista Vanity Fair, asegura que Pence es mucho más peligroso. “Sin duda el nombre que más desconfianza levanta de todos es el del próximo vicepresidente de la administración Trump, Mike Pence, gobernador de Indiana que tiene a sus espaldas una larga carrera llena de insultos a mujeres, miembros de la comunidad LGTB y, en general, cualquiera que se salga de la ideología más ultraconservadora“.
“Él, y no al showman Donald, es la persona a la que realmente deberíamos temer todo. Porque no sólo gobernará en la sombra, sino que si a Trump le pasara algo como algunos desean, accederá al cargo del presidente de forma directa”, agrega.
A continuación te mostramos algunas razones por las que según el periodista de Vanity Fair hay que tener más cuidado con Pence que Trump.
1. Cree que la homosexualidad puede curarse
Pence está convencido de la homosexualidad es una enfermedad que puede curarse. De hecho, en el año 2000 afirmó que el Estado debería financiar los centros que prometen “convertir” a los gays en heterosexuales.
Textualmente dijo que había que “destinar recursos a esas instituciones que dan asistencia a aquellos que buscan cambiar su comportamiento sexual”.
“Curioso para alguien que piensa acabar con el programa Obama Care, la seguridad social que ha puesto en marcha el gobierno actual, porque está convencido de que el gobierno no debería ser responsable de pagar las facturas sanitarias de sus ciudadanos”, expresó Claudio.
2. Está en contra del salario igualitario
La administración Obama impulsó la ley Lilly Ledbetter Fair Pay Act, aprobada en 2009, la cual buscaba que las personas ganaran el mismo salario por realizar una misma tarea independientemente de su sexo, raza, religión u orientación sexual.
Durante la tramitación de la ley, el votó siempre en contra. De hecho, también se opuso a aumentar el sueldo mínimo.
3. Bloqueó ayudas para refugiados sirios que viven en Indiana
“Una decisión que tomó como Gobernador en 2015 y que, por suerte, los juzgados declararon inconstitucional meses más tarde porque promovían la discriminación. Solo él sabe que tipo de leyes similares puede intentar llevar a cabo ahora que tiene acceso directo al puesto más poderoso del planeta”, explica el columnista de Vanity Fair.
4. Cree que los condones no sirven para nada
En una entrevista con la cadena CNN en 2002 dijo que “los condones son una protección muy pobre contra las enfermedades de transmisión sexual y contra los embarazos no deseados”.
Para él la única solución es la abstinencia, y no se debería usar ningún método de control de natalidad.
5. Se opone a los centros de planificación familiar
Para justificar su postura dijo que “si los centros de planificación familiar -dedicados al control de natalidad- incluyen servicios de consulta sobre ETS y además realizan pruebas de VIH, no deberían estar en el negocio de realizar abortos, así que mientras esto sea así, estaré en contra”.
De hecho, hasta inició una campaña para que se dejara de financiar estos centros hasta que logró salirse con la suya en 2011.
6. Sus políticas aumentaron los casos de VIH en Indiana
Como Mike Pence cerró los centros de Planificación Familiar en Indiana, y era el único lugar donde la gente podía hacerse pruebas de VIH y además informarse al respecto, en 2015 se registró un aumento considerable de los casos de VIH en la zona, tanto así que incluso se declaró una emergencia pública sanitaria.
7. Cree que fumar no mata
Por otro lado, Pence, está convencido de que el cigarrillo no mata a nadie. “Es hora de afrontar la realidad y, a pesar de la histeria popular y de las campañas interesadas por parte de la clase política y los medios, decir que el tabaco no puede matar”, afirmó en una oportunidad.
8. No apoya las leyes antidiscriminación
Pence impulsó una ley denominada Religious Freedom Restoration Act, la que permitía a los dueños de locales comerciales y restaurantes, prohibir la entrada a las personas homosexuales, por chocar con sus creencias religiosas. Sin embargo, las numerosas protestas, lo obligaron a dar pie atrás.
Además, cuando en 2010 se declaró inconstitucional que se obligara a los miembros homosexuales del ejército a callar su sexualidad, Pence se opuso tajantemente. “Como conservador, tengo una visión muy particular sobre los asuntos morales. No creo que debamos usar el ejército como espacio para realizar experimentos sociales”, indicó.
9. Está en contra el matrimonio homosexual
Como él cree que la homosexualidad es una enfermedad que se puede curar, obviamente se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo.
De hecho, en 2003 firmó una enmienda de Matrimonio Federal que indicaba que el matrimonio es una unión sólo entre un hombre y una mujer.
10. Está en contra de las leyes que buscan evitar la transfobia
Un mandato federal de Obama aprobado en mayo pasado permitía que los estudiantes pudieran usar los baños de acuerdo a su identidad sexual y no a su sexo biológico.
Según Pence, “el gobierno no debe inmiscuirse en asuntos de esta naturaleza”. Curiosamente, cuando en Carolina del Norte se aprobó una ley que prohibía a los transexuales elegir qué baño usar, Trump dijo que en sus torres las personas trans podían usar los baños que quisieran. podrían usar siempre los baños que quisieran.