Murió ayer Verónica Medina, excantante de Las Chicas del Can

La cantante Verónica Medina, exintegrante del grupo Las Chicas del Can, fue reportada muerta la noche del martes por vecinos en el barrio Los Mameyes de la capital dominicana. Tenía 55 años.

De inmediato no se conocen los detalles de su muerte. Sin embargo, una vecina dijo al periódico Listín Diario que la artista se encontraba sola en su casa cuando alguien se percató de que no respondía mensajes.

«La vieron tirada en el sofá, estaba oscuro y con candado, se abrió la puerta, pero ya estaba muerta», dijo Socorro Tolentino, su comadre y vecina, por la vía telefónica al periodista Ramón Almanzar.

Tolenttino comentó que ella vivía sola, pues su madre había muerto hace dos años, sus tres hermanos viven en diferentes lugares y su hijo en Holanda.

La señora dijo que mañana dará información de donde será velada, aunque posiblemente sea en la Funeraria Savica.

Medina es conocida por varios merengues, entre ellos «Sin él» y «La vecina». Formó parte de la primera etapa de Las Chicas del Can junto a Belkys Concepción. De esa época también, hace dos años, murió Eunice Betances (el 24 de octubre del 2014).

Además de merengue, cantaba rancheras, salsa, bachatas, baladas y boleros. «Cuando ingresé a Las Chican nunca había cantado merengue. Era algo nuevo para mí. Los que me escuchaban no saben que yo en realidad soy baladista. Y si me di a conocer con el merengue, que es nuestra música, pues amén», dijo en una de sus entrevistas en televisión

Sus pininos en la música se ubican a los ocho años de edad en el legendario show televisivo de Altagracita Peña, además de festivales y programas de televisión de aficionados.

También fue contraparte de cantantes extranjeros como Basilio, Vicente Valdez y Armando Manzanero, entre otros.

Su particular timbre de voz la llevaron a las Chicas del Can a finales de la década de los 80. A «Sin él» le dio una entonación y unos matices que lo colocaron entre los mejores merengues del siglo XX interpretados por una voz femenina.

Durante un tiempo residió en Holanda, donde contrajo matrimonio con un empresario de ese país, con quien procreó un hijo.

En la nación europea formó la orquesta Huracán, con la que garantizó la permanencia. Ya de nuevo en República Dominicana se mantuvo activa en presentaciones de menor escala bajo el concepto “Verónica Medina cantando de todo”.