Hace unos minutos recibimos este comunicado por parte del periodista Salvador Holguín, en el mismo indica que desde el 31 de diciembre no estará más en la programación de Teleradio América, canal 12, a raíz de la situación el comunicador ha pasando hasta en marcharse de la República Dominicana.

Quiero anunciar al país que a partir del 31 de diciembre del año en curso no estaré en el aire con el programa Hilando Fino por Teleradio América canal 45 en el horario de 8 a 9 AM, hasta nuevo aviso, después de convocarme a varias reuniones los ejecutivos de la planta televisora, Don Luis García y Danny Pérez, gesto que agradezco por la distinción y respeto hacia mi persona, al igual nosotros con ellos porque no hay razón para que no sea así, ya que lo único que hemos hecho es crecer juntos y ser parte de la historia…

Entendiendo que no puedo entrar en una competencia de papeletas con el grupo económico y político que está ofertando 5 veces lo que pagamos por ese espacio, con dinero del cual no sabemos su procedencia, si es fruto de la corrupción, del lavado o narcotráfico, sabiendo yo y los que me conocen cómo obtengo el mío; trabajando incansablemente, arriesgando mi vida y la de mi familia, y menos por una hora de televisión que fuimos nosotros que la posicionamos.



He decidido irme de vacaciones y entrar en un proceso profundo de reflexión de mi trayectoria, y de tres cosas fundamentales que definen el futuro de un hombre: «Qué quiere, qué quiere ser y hacia dónde se dirige”. A mis seguidores les digo: “No os desesperéis, quien tiene la verdad no tiene prisa”.

Lo hago porque en los últimos años de mi carrera periodística comunicacional y política he dado lo mejor de mí para ayudar a construir el país que todos soñamos, pero veo que como nación no avanzamos, seguimos en el mismo círculo vicioso o como dicen en la línea noreste «en el mismo fango».



Tal vez puede que sea yo el que esté equivocado, de ser así replantearía mis posiciones o me retiro de los medios de comunicación y hasta sopesaría irme de República Dominicana. No puede ser que nos atrevamos a revelar hechos y acontecimientos ocultos que afectan de manera directa a los dominicanos de bien, usando el mecanismo de denuncias, apoyándonos en los principios éticos y morales establecidos en la Ley 61-32 sobre Expresión y Difusión del Pensamiento, y la Constitución que es la que nos rige y nos ampara, y no pasa nada, es lo que me lleva a pensar que pudiera estar errado, la sociedad o las autoridades, en el caso de la especie, los dueños de los medios informativos que deben proteger a sus periodistas y comunicadores para impedir que el sistema poderoso y corruptor que no les gusta que se sepa de sus andanzas, termine venciéndonos con su dinero mal habido.