Francia comenzó a aplicar a partir del 1 de enero de 2017 una ley que reconoce el derecho de los empleados a desconectarse del trabajo, en particular de sus móviles y correos electrónicos, fuera de las horas laborables.
Esta medida hace parte de la reforma laboral adoptada este verano por el gobierno socialista de François Hollande. El texto prevé que las empresas de más de 50 empleados entablen negociaciones para garantizar el respeto de las horas de descanso y la vida personal de los asalariados.
Si las partes no logran alcanzar un acuerdo, la empresa tendrá que redactar un texto que establezca las modalidades de aplicación del derecho a la desconexión.
Esta normativa busca además proteger la salud de las personas. Algunos especialistas estiman que la exigencia de reactividad y disponibilidad permanente provoca estrés y agotamiento laboral. No obstante, esta ley no prevé sanciones, por lo que se teme tenga un impacto limitado.
Algunas empresas francesas como el banco Axa o el grupo nuclear Areva ya habían tomado medidas similares, como la interrupción de los correos electrónicos la noche o el fin de semana.
Según un estudio realizado en septiembre, más de un tercio de las personas activas en Francia utiliza cada día sus teléfonos, tabletas o ordenadores profesionales fuera de los horarios laborales y 62% exigen una regulación.
AFP