El rompimiento, aunque doloroso, debe ser visto como un proceso y una nueva etapa en tu vida.

En algún momento de nuestras vidas, todas enfrentamos la pérdida de un gran amor. Por suerte, el sufrimiento no es eterno, siempre se supera. Y tú también podrás hacerlo.



Como suele suceder, en un principio todo era perfecto, se juraron amor eterno, se prometieron villas y castillas, y tenían un sinnúmero de planes para realizar juntos, pero se acabó. Ya no funciona, y aunque sientes que el mundo se te cae encima, tienes que lidiar con ello y salir adelante.



Fuera una ruptura imprevista o de las que se ven venir desde lejos, lo más probable es que no estés precisamente bien en este momento, pues es aquí cuando suelen comenzar las inseguridades, piensas que no puedes vivir sin esa otra persona y hasta te entra el miedo de quedarte sola.

“Es normal que te sientas triste, la tristeza es un sentimiento que te lleva a un nivel superior de conciencia y bienestar contigo misma. Este es el momento de trabajar con la autoestima, teniendo presente que tú vales, eres fuerte y esta experiencia te hará crecer”, comenta Ada Rosabal, psicóloga clínica.

De acuerdo con la experta el rompimiento consultada por el diario boricua Primerahora.com, aunque doloroso, debe ser visto como un proceso y una nueva etapa en tu vida. Salir adelante no es opcional, es algo que debes hacer por ti y para ti, máxime cuando hay niños.

“Es un proceso, y como todo proceso tomará tiempo, así que no esperes ver resultados de inmediato. Tampoco debes brincar etapas del mismo, ya que cada una de ellas tiene su propósito en la sanación” añade la experta.

Es importante que no brinques el charco sin llegar a él, “tienes que asegurarte que el adiós es definitivo y que la reconciliación ha dejado de ser una opción. No dejes nada sin hacer, y deja el orgullo a un lado, si sientes que debes pedir perdón, pídelo, si tienes que arrastrarte, hazlo, y lo más importante, ofrécele buscar ayuda profesional”, menciona Rosabal.

Luego de esto, no pretendas que será fácil, te estás enfrentando a una pérdida, por lo que el sufrimiento va a existir, pero el tiempo de duración del mismo, queda de ti.

“Hay cosas que debes hacer y hay otras que debes evitar a toda costa, pero todo dependerá de ti y de tu determinación, ya que por más que otros te digan lo que debes hacer, eres tú la que tienes la última palabra”, expresa la doctora.

Si hay algo que distingue a las Lolas, es nuestra dedicación, determinación y deseos de salir adelante, así que haz de esta experiencia tu momento de aventurar, conocer y sobre todo, ser feliz.

Es un proceso, trátalo como tal…

Todo en la vida es un proceso y cuando una relación termina no es la excepción. No esperes que todo ocurra de la noche a la mañana; lo más importante en una situación de rompimiento, es el tiempo, y aunque no todas funcionamos igual, a continuación te brindamos una serie de 8 medidas que funcionan para todas.

Asegúrate de que terminó: Tienes que estar segura de que hiciste todo lo posible para que funcionara y a pesar de ello no funcionó. El haberlo hecho todo te ayudará a que en un futuro no tengas lamentaciones por lo que pudo haber sucedido si hubieses hecho tal o cual cosa.

Considera que esto es un duelo: Cuando una relación termina es una pérdida, por lo que debe ser tratada como tal. La sensación de dolor y tristeza es normal, debes verlo como un proceso de limpieza.

Establece fronteras estrictas: No lo llames, bórralo de todas tus redes sociales, pide a las personas a tu alrededor que no te hablen de él e intenta por todos los medios no encontrarte con él. Esto cambia cuando se trata de una relación en la que hay niños, pues estás hasta cierto punto obligada a continuar una relación, no obstante esta relación debe ser de cordialidad, no de amistad, pues ya fueron amigos una vez y no funcionó.

Llora: Hay que llorar, el dolor te limpia, pero ojo, no vas a llorar todo el tiempo: llorarás por un máximo de una hora, durante siete días. El resto del tiempo dite a ti misma: “aguanta que todavía no es hora”.

Recoge todo: Al octavo día recoge todas sus cosas, fotos, regalos, todo lo que te lo recuerde y desaste de ellos. Todos esos artículos están cargados de energía que no quieres al lado tuyo.

Haz una carta: Se trata de una carta terapéutica para ti, no se la vas a entregar; en la misma le vas a decir todo lo que sientes, sin que se te quede nada. Al final le vas a decir que lo perdonas y le das las gracias por los momentos que pasaron juntos. Este perdón es para ti y te ayudará a sanar. Luego de terminada, quémala.

Realiza cambios: Cambia la decoración en tu hogar, haz cambios en tu rutina de vida y visita nuevos lugares. Éste es el momento para recuperar viejas amistades y aprender cosas nuevas.

Autoanalízate: Vas a saber que superaste el duelo cuando puedas pensar en esa persona sin que te duela. Lo verás más como una experiencia de vida en la que aprendiste y que te hizo crecer y convertirte en una persona maravillosa.

Lo que debes evitar

A menudo cometemos muchos errores en el proceso, no porque querramos, sino porque creemos que lo que hacemos está bien. Lo cierto es que, si buscas superar un rompimiento, hay ciertos impulsos que debes evitar a toda costa, entre ellos los siguientes:

Un clavo no saca a otro clavo- Esto es un mito. Al final se quedan los dos adentro y además de terminar fracasando te harás daño a ti y a la tercera persona.

Evita la sed de venganza- Mucho menos utilices a los niños para ello. La venganza es un sentimiento negativo que te atrasará en tu objetivo.

No hables mal de la persona-
Esa persona para ti murió y de los difuntos no se habla, ni bien ni mal.

No hagas el papel de víctima- Terminó porque no funcionaba, aquí no hay víctimas.

Nada de vida loca- No te refugies en la bebida ni en ningún otro vicio. Recuerda tu norte deberá ir dirigido a ser un mejor ser humano por ti y para ti.