Nick Rose, un padre soltero de 40 años, ha pasado los últimos días antes de morir de un cáncer terminal buscando desesperadamente un hogar para que su hijo Logan, de cuatro años, a pesar del tremendo dolor que estaba sufriendo por la enfermedad.
Según los amigos de Rose, él fue un padre «increíble» desde que la madre del pequeño los abandonó a los pocos meses de nacer. De hecho, murió la semana pasada porque la enfermedad desde sus huesos a sus pulmones y justo antes consiguió una familia de acogida para que Logan pudiera estar con ellos desde el momento de su fallecimiento, según informa ‘Mirror’.
Ahora, los amigos de este hombre están intentando reunir dinero para poder hacerle un funeral. Amy Crompton, una de sus amigas, señala que mucha gente lo conocía y sólo han tenido buenas palabras sobre él. Por ello, han creado una cuenta bancaria con la esperanza de poder darle al británico la despedida que «se merece» y destinar el dinero sobrante para comprar los uniformes escolares del nuevo colegio de Logan.