La marcha realizada el pasado domingo 22 de enero, fue un mensaje claro al gobierno de que el pueblo apoya fervientemente al Procurador General, Jean Alain Rodríguez, en las investigaciones que realiza sobre el caso Odebrecht.
A pesar de que dicha marcha fue desnaturalizada totalmente con la participación de reconocidos políticos corruptos del PRM, de otros partidos y de la mal llamada izquierda dominicana, el clamor del pueblo se impuso ante todos estos descarados que solo querían buscar cámara en la marcha.
Inicialmente estaba en contra de que la marcha fuera realizada, debido a que el PRM había anunciado su participación y esto claramente le daría un matiz partidista a una marcha política ciudadana. Pero al observar la participación masiva del pueblo, los mismos corruptos que asistieron exigiendo justicia en el caso Odebrecht, se asustaron porque ya saben lo que les espera. Su máscara de hipocresía se caerá. Tal es el caso de Andrés Bautista, expresidente del Senado y actual presidente del PRM, que hoy lunes será interrogado por la procuraduría por su presunta implicación en este tema de corrupción.
Todo el pueblo confía plenamente en la procuraduría y podemos esperar tranquilos los resultados de las investigaciones que buscan llevar a la cárcel a aquellos que recibieron los US$ 92 millones en sobornos (resaltando que ya el procurador impuso a Odebrecht indemnizar al país con el pago del duplo de esta cantidad). El Presidente Danilo Medina es el principal interesado en que se lleve este caso a las últimas consecuencias, y los funcionarios cercanos a él también han dejado claro intención de trabajar, caiga quien caiga.
Para no pecar de parcializado, el PLD debe tomar en cuenta las exigencias del pueblo y también juzgar sin piedad a aquellos funcionarios peledeistas que han osado incurrir en actos de corrupción, manchando el honorable partido que fundó el prosefor Bosch. En lo personal no apoyo la corrupción, sin importar de donde provenga.
Refiriéndome a la marcha, a pesar de su incuestionable éxito, es lamentable que los perremeistas (Abinader), los demás dirigentes de otros partidos (¿Qué hacía Quique en la marcha?), y la frustrada izquierda (siempre sin un norte), se hayan burlado del clamor del pueblo, exigiendo justicia cuando ellos son los principales corruptos.
¡Que se repita la marcha!… Pero sin Abinader, ni Quique, ni la izquierda. Le restan legitimidad y autenticidad. ¡Y siga trabajando procurador!
Por Jairol Pacheco.