Al último censo nacional (2010) el sur del país concentraba el 25% de la población con 2,4 millones, dentro de meses será la región que más electricidad generará y es un gran abastecedor de productos agropecuarios. Pero en los deportes profesionales el sur está prácticamente ausente.
Salvo el Atlético San Cristóbal en la Liga Dominicana de Fútbol (LDF), el sur no cuenta ni para el baloncesto desde 2008 (cuando jugaron por última vez los Constituyentes en la Lidoba) ni para la el béisbol desde 1989 cuando los Caimanes cesaron en la Lidom.
Pero Miguel Tejada es cabeza visible de un movimiento que ha revivido el sueño del regreso de la pelota otoño-invernal en la zona con Baní como la sede ideal.
“He estado en varias reuniones sobre el tema y creo que, si Dios quiere, esos empresarios han dicho que en un futuro eso se va a dar”, dijo Tejada a DL. “Creo que ahora en el siglo XXI ya sí, como hay tantas facilidades, hay tanta gente que ya sabe bregar de béisbol y sabe cómo invertir su dinero, creo que debemos pedirle a Dios que nos dé la oportunidad de tener una franquicia, no sé si en Baní, en San Juan o donde tenga que estar en el sur”.
El último año que ha pasado en el país, una vez retirado de la actividad en el verano, ha permitido a Tejada madurar la idea, escuchar y tomar apuntes sin llegar a las falsas ilusiones.
“Es hora de que el sur tenga una franquicia, yo creo que sí, yo creo que sí porque ya tenemos las empresas suficientes para poder mantener un equipo y creo que también está la fanaticada”, explicó el ganador de US$96,4 millones en 16 campañas en las Grandes Ligas.
Sin embargo, Tejada aclara que por el momento no es realista hablar de un equipo al menos dentro de un lustro por la falta de una instalación adecuada.
“Primero tenemos que hacer las gestiones para que nos construyan un play, eso es lo primordial antes de pedir la franquicia porque es que no hacemos nada con tener la franquicia y no tener el play”, dijo el ex infielder.
Salvo el estadio Temístocles Metz de San Cristóbal, en el sur no hay un parque que reúna las condiciones para el béisbol profesional. La aventura de los Caimanes, que llegaron junto a los Azucareros del Este en 1983 en la primera expansión de la Lidom, apenas duró cinco temporadas con un receso incluido (1986-87) a causa de la falta de respaldo económico y del escaso público.
Tejada ya estuvo en el ojo del huracán en 2013 cuando confesó a la Lidom en vista pública que había adquirido la mayoría de las acciones de los Gigantes del Cibao. Reportes de la fecha dan cuenta de que se hizo con el 71% de las acciones del club nordestano por unos US$3 millones, pero confesó que se desprendió de ellas para evitar conflictos de intereses.
Dudas sobre proyecto
La iniciativa de Tejada por llevar un equipo a Baní no es la primera. Una fuente que formó parte de un movimiento liderado por un empresario banilejo hace una década reveló que ni el municipio cabecera de la provincia Peravia ni otro en la región reunían las condiciones para acoger un club de béisbol profesional en ese entonces y es pesimista respecto a que el panorama haya cambiado.
“Llevar a tres mil personas allá sería como llevar 20 mil al Quisqueya o al Cibao”, dijo la fuente que pidió la reserva de su nombre ilustrando lo que revelaban los estudios. “Se dieron todos los pasos, se evaluó el escenario, el potencial apoyo comercial y de público y se concluyó que no era viable”.
Fuente: DiarioLibre.com