Pranshu nació en Jalandhar, en el estado de Punjab, India. Proviene de una familia modesta y tiene cuatro hermanos. Su padre, Kamlesh, gana alrededor de cinco dólares al día.
Pero Pranshu no es un niño ordinario. La gente de su ciudad natal asegura que es un Dios reencarnado. Pranshu nació con una enfermedad que le provocó una terrible deformación en la cabeza, lo que tiene como consecuencia que sus ojos se vean profundos y angostos.
La triste realidad es que la mayor parte de los niños que nacen con alguna deformidad facial son rechazados, a veces incluso por sus propias familias, como el famoso caso del «niño brujo». Pero la cara de Pranshu es tan especial, que provocó una reacción totalmente opuesta.
Desde que era muy pequeño, la gente comenzó a darse cuenta de que la cara de Pranshu era muy similar a la de Ganesha, un dios hindú con la cabeza de un elefante y comenzaron a adorarlo.
Actualmente, a los seis años, Pranshu está muy orgulloso de su apariencia y no le gustaría verse de ninguna otra forma. «Me hace feliz y no quiero cambiar nada. Amo mi cabeza gigante».
La alegría de Pranshu con su apariencia probablemente tiene que ver con el hecho de que el resto de la gente de su comunidad lo acepta y venera. Muchos creen firmemente que es la reencarnación de Ganesha y se sienten honrados de inclinarse frente a él para que esta pequeña divinidad toque sus cabezas. Todos los días Pranshu sale a la calle y bendice a aquellos que vienen a visitarlo.
El padre de Pranshu también está convencido de que su hijo es un dios: «Yo también le rindo culto… su cuerpo completo se ve como el de Ganesha. Él nos bendice a todos y sus sueños se hacen realidad. En la escuela, la gente lo recibe con flores todos los días».
Cada mañana, el padre de Pranshu lo lleva al colegio en bicicleta. Cuando entra a su sala de clases, encorvado y tambaleando, nadie se ríe. «Me veo como Ganesha y la gente ni siquiera sabe mi nombre real. En la escuela, los profesores me veneran también. Mis amigos no me molestan», comentó Pranshu a medios internacionales.
Mirá las fotos:
Fuente: contextotucuman.com