Es bien sabido que a pesar de la cantidad de artículos, libros, revistas, programas de televisión y radio que han tratado el tema, todavía en nuestra República Dominicana genera curiosidad e incertidumbre la Seguridad Social. Es que somos mozalbetes de unos no bien cumplidos 16 años en esta área, quienes sin importar los antecedentes que venimos arrastrando desde los años ’40 con el impulso de varios movimientos sindicales, no es hasta la tan mencionada Ley 87-01 que tenemos una norma que de verdad, que de una forma u otra nos incluye a todos.
¿Cómo me voy a pensionar? ¿Para qué sirve ese dinero en mi AFP? ¿Si me enfermo quién paga mi salario? Son de las preguntas que diariamente abordan los medios cuando se toca Seguridad Social. En este espacio, trataré de manera llana y simple, aportar a tener una idea más clara sobre esto.
¿Qué es Seguridad Social?
Si buscamos en Google la definición nos dirá que: “es la protección que la sociedad proporciona a sus miembros en caso de que situaciones adversas causen la reducción o desaparición de sus ingresos”. Esto en buen dominicano sería: –“El gobierno te mete la mano cuando caes en desgracia”- pero… ¿por qué razones caerías en desgracia y dejarías de producir esos chelitos que tanto ayudan en tu hogar? Bueno, si te enfermas, cuando te llega la vejez o tienes un accidente que te deja en cama o simplemente tienes tanto trabajando que ya estás cansado y aburrido y te quieres ir a tu casa a cuidar gallinas, los nietos o chismear con los vecinos, sea cual sea la razón, la Seguridad Social es ese derecho a recibir ingresos cuando esos momentos llegan.
Desde las Cajas de Seguro en Cuba, hasta el Obama Care en Estado Unidos de América, los gobiernos de nuestro continente no se han hecho ajenos a desarrollar este tipo de protección y es que se supone que el fin mismo de cada estado es generar el bienestar de sus habitantes.
En nuestro país, a pesar de todo lo que ha cambiado y evolucionado en este aspecto, todavía nos falta mucho por crecer. Aunque tenemos protección para la salud y para la vejez, estos riesgos solo están cubiertos para quienes estén “en nómina”, ya que youtubers, bloggers, empanaderos, saloneras, fruteros, el personal de servicio en el hogar, emprendedores y todo el trabajador independiente, tiene que irse a “como Dios le ayuda” con el seguro médico o la pensión, ya que nuestros impuestos dan para Tahoe, Land Cruiser, viajes y buena vida, pero a la hora de dar la mano a ese más del 40% que vive de la economía informal, se queda corto.
Por Pedro Enrique Alcantara Polanco
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