Una joven estudiante británica solo quería embellecer su rostro, pero estuvo a muy poco de quedar ciega.
Tylah Durie, de 16 años, aplicó un tinte de color en sus cejas y pestañas para que sus ojos resalten más.
Estaba contenta con el resultado, pero 30 minutos después se dio cuenta de su grave error.
Tras teñirse, comenzaron a brotar pequeñas ampollas alrededor de sus ojos. Luego todo empeoró: sus pestañas y cejas se empezaron a caer y la chica entró en shock.
“Pensé que no habría problema, ya que no había sufrido ninguna reacción alérgica al teñir mi cabello en el pasado, pero esas tinturas no tenían PPD”, dijo la adolescente, que luego se enteró que era alérgica a los compuestos del tinte.