Yadiel Molina hace un gesto de su mano derecha, la misma con la que enfría a los osados que se atreven a robarle, y desestima ser el Dios del equipo de Puerto Rico que se mantiene invicto en el Clásico Mundial de Béisbol 2017.
La actuación de Molina en el torneo ha sido tan espectacular que la prensa de su país lo calificó de «El Dios del triunfo», algo que, con su conocida humildad, el receptor aclara.
«Lo que si puedo decir es que estoy muy agradecido a Dios por esta oportunidad y tener este tipo de juego, y el crédito que le doy a todos mis compañeros», dijo Molina en conferencia de prensa en San Diego, donde juega Puerto Rico en el Grupo F del Clásico Mundial.
«Yo los guío (a los lanzadores) pero si ellos no ejecutan bien no ganamos. Esta victoria fue grande, fuimos a jugar a la pelota y fuimos a matar. Ejecutamos un gran juego», apuntó el estelar receptor de los Cardenales de San Luis.
El receptor boricua fue héroe del partido que su equipo le ganó 3-1 al campeón defensor República Dominicana la noche del martes, en el arranque de los cuartos de final en San Diego (California) del torneo beisbolero.
Dos carreras remolcadas, una con enorme jonrón que fue la puntilla del ataúd dominicano, un out en la goma, clave para un doble play que cortó la amenaza dominicana en la primera entrada, y un corredor sacado en segunda en la medianía del partido cuando los campeones amenazaban con irse arriba, podrían definir la actuación de Molina en ese juego del martes.
Empero, su actuación fue más allá de eso. Con la inteligencia que lo ha convertido en uno de los tres mejores receptores de Grandes Ligas en estos momentos, Yadi, como le dicen sus compañeros, guió a los cinco pitcher boricuas que trabajaron en el juego para neutralizar el famoso poder ofensivo del trabuco dominicano.
– También elogios de rivales –
Los elogios le llegan a Molina desde la trinchera rival.
«Molina es un gran profesional, y uno de los mejores receptores del béisbol de hoy», dijo Tony Peña, el mánager de República Dominicana. «Y hoy fue su maestría la que utilizó para hacer que muchos de los lanzamientos de sus jugadores parecieran strikes».
Puerto Rico jugó con gran agresividad para cortarle a Dominicana su racha de 11 victorias consecutivas en Clásicos Mundiales, y ganar un partido que podría ser clave para el avance a las semifinales de la próxima semana.
Molina, de 34 años, ha ganado cuatro Series Mundiales con los Cardenales y representado a Puerto Rico en los últimos dos Clásicos, pero aseguró que el de anoche fue «el partido más intenso que haya jugado en mi vida».
«Juganos con mucha intensidad. Esa es la única forma que podíamos vencer a un equipo tan fuerte como Dominicana», añadió.
«Ellos tienen ese equipazo y si uno va pa´lla intimidado te arrollan. Había que ir con los pantalones bien puestos y a ganar el juego», confirmó.
Es por eso que, al terminar el partido, y ya en los vestidores, Yadie Molina soltó una palabra soez, pero coloquial, en el habla popular boricua.
«¡Puñetas! ¡Lo ganamos1», dijo el boricua, demostrando que no es ningún Dios. Sólo un hombre con el temperamento necesario para ser el guía de su equipo.
Puerto Rico sale al terreno el viernes para enfrentar a Estados Unidos, mientras Dominicana se mide mañana jueves contra Venezuela.