Con magistral trabajo monticular de Marcus Stroman y jonrón de dos carreras de Ian Kinsler, Estados Unidos se coronó campeón del Clásico Mundial de béisbol por primera vez en la historia al vencer 8×0 a Puerto Rico este miércoles, en una final presenciada por récord de 51.565 espectadores en el Dodger Stadium en Los Ángeles.
El equipo estadounidense, dirigido por el experimentado Jim Leyland, terminó el torneo con balance de 6 victorias y dos derrotas, ante Dominicana en la primera ronda en Miami, y contra Puerto Rico en la segunda fase en San Diego.
«Los muchachos jugaron con mucha entrega. Hubo una gran química en este equipo», dijo Leyland, exmánager de los Tigres de Detroit y campeón con los Marlins de la Florida en 1997.
Puerto Rico se quedó sin saborear la corona por segundo Clásico consecutivo, luego de perder en 2013 contra República Dominicana.
Stroman perdió el no-hitter en el séptimo inning, cuando Ángel Pagán le sonó doblete al bosque izquierdo. Sin embargo, el derecho de los Azulejos de Toronto dio espesa lechada de un hit, cinco ponches y una base, para rubricar su segunda victoria en el torneo.
«Sólo seguí las instrucciones de los coaches, de lanzar bajito y tomar el comando de mis pitcheos. Fue un triunfo de todo el equipo», dijo Stroman, seleccionado el Jugador Más Valioso de la última fase del torneo.
– Comienza la cuenta –
Los dos primeros innings fueron un duelo de pitcheo entre los abridores Seth Lugo por los boricuas y Marcus Stroman por los locales.
En el tercero, Estados Unidos dio un zarpazo de dos carreras al aprovechar titubeo de Lugo, que toleró sencillo del último bate estadounidense, el receptor Jonathan Lucroy, y jonrón del primer hombre Ian Kinsler.
El lanzador boricua de los New York Mets se recompuso y mantuvo en tres hits a los estadounidense hasta que explotó en el quinto, cuando los del Tío Sam pisaron otras dos veces la goma para alejarse 4-0.
De nuevo Kinsler prendió la mecha con sencillo, y tras boleto a Adam Jones, anotó con cañonazo de Christian Yelich por el jardín derecho. Poco después, el mismo Yelich llegaba a la goma por sencillo al campo corto de Andrew McCutchen.
Mientras, en la trinchera contraria, Stroman tejía una red de ceros, sin permitir imparables hasta el séptimo inning, cuando Pagán le quito el no-hitter.
El derecho de los Azulejos de Toronto sólo había permitido que se le embasara un hombre por boleto en la segunda entrada.
– Orgullo boricua –
En la parte alta del séptimo, Estados Unidos remachó su obra con un racimo de tres carreras ante dos lanzadores boricuas.
Los locales colocaron la octava puntilla en el octavo inning con una última carrera después de dos outs, al combinar sencillos de Nolan Arenado y Eric Hosmer con error del campo corto Báez en tiro a primera.
Poco más pudieron hacer los boricuas en el último tercio del partido, dominados por un pitcheo que les dejó en tres hits, dos de ellos de Ángel Pagán.
«Pese al resultado nos sentimos orgullosos de lo que hemos logrado en este torneo. Llegar dos veces a la final de un Clásico habla de un gran trabajo de Puerto Rio», dijo el entrenador boricua, Edwin Rodríguez.
Stroman se llevó la victoria y Lugo cargó con la derrota.
Ian Kinsler, con dos hits, incluido jonrón, y dos carreras empujadas en cinco turnos y McCutchen de 4-2 con dos remolques, fueron los mejores por Estados Unidos.
En semifinales, Puerto Rico había vencido a Holanda 4×3 en 11 innings, y Estados Unidos a Japón 2×1.