Por Richard Pérez
Por mucho tiempo nos hemos preguntado qué fue primero, si el Huevo por evolución de las células o la gallina como creación divina de Dios, esta perplejidad, nos ha dejado a muchos al pasar del tiempo con la verdad incierta y defendida de acuerdo a nuestra conveniencia o creencia.
En cuento al trabajo y al reconocimiento, no debe existir la misma duda, es obvio que antes que el reconocimiento debe venir la calidad de lo que hacemos, en nuestros puestos de trabajo, siempre exigimos tener líderes que nos sirvan de ejemplo, de agente motivador, que nos reconozcan a cada instante la labor para la que nos fue contratado.
Tenemos que tener bien claro, que antes que el reconocimiento debe venir el trabajo, el esfuerzo, el dar ese extra que marque la diferencia de nuestra responsabilidad ante la de los demás, ya sea como Huevo porque así hemos ido evolucionando en la experiencia adquirida en nuestra faena habitual, por lo que hemos visto o aprendido de nuestros mismos compañeros o líderes que nos dirigen, o hacerlo como Gallinas, porque así nos creó Dios, seres capaces de realizar cualquier tarea que se nos sea encomendada, creados a su imagen y semejanza, pero con la habilidad de diferenciarnos entre nuestros iguales.
Siempre será más fácil, ver que otros no están haciendo lo que les corresponde y tomar esto de “ejemplo” para bajar nuestro ritmo, irnos por el lado fácil que a la larga pone más difícil nuestras metas, que vernos en ese espejo y tomarlo como el impulso que necesitamos para hacerlo cada día mejor. ¿ Cuándo fue la última vez que cuestionaste tu propio proceder? ¿Estás haciendo un trabajo que sea digno de ser reconocido en el futuro? ¿Reconoces tu a los demás cuando hacen algo digno, o solo observas lo mal de cada cual? Como esta, pueden surgir muchas preguntas que puedes hacerte a ti mismo, que pueden ayudarte a mejorar paso a paso el camino que debes emprender hacia el éxito, hacia el reconocimiento.
De hoy en adelante, que no te importe si el Huevo o la Gallina, que te importe el trabajo, hazlo con esmero, destácate, que no salga de tus labios eso siempre se hizo así aquí, más por el contrario, que los demás digan, esto antes se hacía así, hasta que tu llegaste hacerlo mejor, siempre aférrate a lo correcto y veras como un día, quizás pronto o lejano, te lleguen los resultados, lleguen a ti los reconocimientos de los demás, porque los tuyos día a día lo obtendrás, a ese reconocimiento se le llama, satisfacción propia.
Sean Felices!!! De: Richard Pérez