San José de Las Matas, Santiago. Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Bosques y el Día Mundial del Agua, un total de 300 empleados del Banco Popular Dominicano, acompañados por jóvenes becados del programa Excelencia Popular, sembraron 6,200 árboles de caoba hondureña y criolla, grevilea y latifoliadas en 162 tareas de la comunidad de Corozo, pertenecientes al municipio de San José de las Matas, provincia Santiago, en la primera jornada de reforestación del año llevada a cabo por la organización financiera.
Con estas jornadas de reforestación realizadas junto al Plan Sierra desde hace 20 años, el Banco Popular contribuye a la recuperación de la capa boscosa del Cibao y a la conservación de sus cuencas hidrográficas, vitales para el sostenimiento de la producción agrícola nacional y el desenvolvimiento de la vida en las ciudades y zonas rurales del país.
Sembrar un árbol es sembrar agua y vida
Una vez alcanzada su etapa adulta, las plantas sembradas en esta jornada se constituirán en un pequeño bosque, capaz de absorber cerca de dos toneladas de CO2 y al almacenar más de 18.5 millones de litros de agua anualmente, contrarrestando el impacto del cambio climático y sus efectos nocivos en el medioambiente.
El vicepresidente del Área de Normalización de Créditos, señor José Odalis Ortiz, motivó a los empleados voluntarios que participaron en la jornada, indicando que su contribución ayuda a reducir la huella ambiental y es testimonio de una labor social estratégica para el presente y futuro de los dominicanos: “Sembrar un árbol es sembrar agua y, por ende, es sembrar vida y sembrar futuro. Y a eso venimos hoy”, manifestó el ejecutivo minutos antes de iniciarse la siembra.
Apoyados en la innovación del Plan Sierra, los empleados del Popular sembraron las correspondientes matas en hoyos que contienen una gelatina, la cual retiene el agua y protege el nivel de humedad. Esto aumenta la supervivencia de la especie arbórea hasta un 80%.
Concluida la labor de reforestación, los técnicos del Plan Sierra, considerado el principal programa de manejo sostenible de recursos forestales en la Cordillera Central, se encargan de dar el correcto seguimiento a las zonas reforestadas.
Las siembras realizadas durante estos años impactan directamente en el equilibrio medioambiental de la isla de La Hispaniola, y han sumado esfuerzos para recuperar el río Yaque del Norte y sus afluentes.
Además de las siembras, la organización financiera aporta cada año recursos económicos al Plan Sierra, los cuales garantizan la capacitación de la población local sobre la necesidad de explotar de forma sostenible los recursos naturales y, al mismo tiempo, permiten fomentar la investigación y el desarrollo de mejoras científicas sobre métodos de siembra y variedades arbóreas más resistentes, de crecimiento más rápido y de menor consumo de agua.