Ella es Ruperta, es el último elefante africano que queda en Venezuela. Su estado es decadente y la despreocupación por el animal se nota a simple vista. Tanto así, que ciudadanos y asociaciones del lugar se han organizado para llevarle comida y hacer que vuelva a un estado de peso normal, porque hoy esta totalmente desnutrida.
Estos animales están acostumbrados a comer 200 kilos por día, y por la falta de alimentos que azota a Venezuela, el zoológico está enfrentando una tremenda crisis. Además, como si fuera poco, en este momento no hay veterinarios en el recinto -uno está de vacaciones y el otro enfermo-, lo que ha mantenido a este pobre elefante en un deplorable estado.
Personas y turistas han recolectado vegetales y frutas como zanahorias, calabazas, papayas, naranjas, piñas y acelgas para alimentar a Ruperta. Pero a pesar del esfuerzo, la Guardia Nacional Bolivariana se puso en la puerta del lugar y no admitió que alimentasen al animal.
Erick Lenarduzzi, el coordinador del zoológico, tampoco aceptó los donativos por “medidas de seguridad”. En tanto, el animal se alimenta de pequeñas porciones de calabaza y papaya. Es tan poca la cantidad, que las costillas se le marcan claramente en su cuerpo, y Ruperta incluso llegó a desmayarse. Los bomberos tuvieron que actuar para levantarla con dos grúas.
El zoológico pasa por el peor momento de su historia, la falta de alimentos y de personal ha derivado en que muchos animales estén en terribles condiciones. A fines del año pasado, un búfalo y un caballo murieron por desnutrición en el recinto.
Mirá las fotos:
Hace un par de meses, un búfalo y un caballo murieron de hambre en el zoológico
Las instalaciones están totalmente abandonadas
Fuente: contextotucuman.com