Los franceses acudirán este domingo a las urnas para elegir a su futuro presidente y, a pesar de que hay once candidatos, cuatro son los que reinan en los sondeos: Marine Le Pen, Emmanuel Macron, Jean-Luc Mélenchon y François Fillon.
El diario francés Le Monde publicó el pasado viernes una encuesta en la que Le Pen y Macron obtendrían un 22% de votos, Mélenchon un 20%, y Fillon un 19%.
Hasta hace unas semanas, en la pelea también entraba el socialista Benoît Hamon pero se vio afectado por una fuga de votos hacia el centro de Macron y la izquierda radical de Mélenchon: en el mencionado análisis del periódico galo, consiguió un 7,5% de apoyo.
Marine Le Pen
La primera de las candidatas es la presidenta del Frente Nacional que afronta su segunda campaña presidencial: en 2012 consiguió un 17,90% de votos en la primera vuelta de los comicios.
Abogada, trabajó en un despacho jurídico en París antes de liderar el partido del que su padre, Jean-Marie Le Pen, es presidente de honor.
La relación con su progenitor, un reconocido político de extrema derecha, no es la mejor pero esta semana Le Pen sorprendió a sus seguidores en Twitter confesando que votaría a su hija.
“Estos son los candidatos: Mélenchon, comunista. Macron, oportunista. Fillon, delincuente. ¡Yo voto Marine!“, escribió.
El programa de la candidata plantea que Francia salga del euro y es muy crítica con la inmigración: su campaña se vio manchada tras la petición de que la justicia francesa de levantarle la inmunidad, por ser eurodiputada, para poder investigarla por un supuesto fraude en pagos de su partido.
Emmanuel Macron
El más joven de las opciones a ocupar el Elíseo, es el líder del movimiento “¡En Marcha!”, que se define como “ni de derechas ni de izquierda” y fue ministro de Economía hasta el pasado mes de agosto.
Macron renunció al Ministerio para liderar “una revolución democrática profunda” basada en el europeísmo y en la renovación de “un sistema bloqueado“, tal y como recogió El Mundo.
El candidato se diplomó en la prestigiosa Escuela Nacional francesa de Administración tras lo que comenzó a trabajar como inspector adjunto de Finanzas además de ser ponente en la Comisión Jacques Attali, instancia que, durante los años 2007 y 2008, se dedicó a impulsar el crecimiento económico del país.
Su historia personal robó el protagonismo en más de una ocasión en la campaña. Está casado con la que fue su profesora de Literatura francesa del colegio, a la que, con 17 años le dijo “Haga lo que haga, me casaré con usted“, según contó su actual esposa, Briggite Trogneux, a Paris Match.
A sus 39 años, Macron abandonó el Partido Socialista para posicionarse como el renovador de la vida política gala, yendo más allá del tradicional binomio de derecha e izquierda.
Jean-Luc Mélenchon
Jean-Luc Mélenchon es la revelación de estos comicios. El candidato de la izquierda radical es el abanderado del partido Francia Insumisa y su rápido ascenso en los sondeos preocupó a los mercados franceses en las últimas semanas.
Mélenchon fue un reconocido miembro del Partido Socialista -que también se desvinculó de la tienda al igual que Emmanuel Macron- pero con el paso de los años se fue posicionando más a la izquierda creando numerosos colectivos.
Conocido por su fuerte temperamento y su don para la oratoria, consiguió ascender en las encuestas ganándose el voto indeciso gracias a un programa “radical” que incluye la ruptura con los tratados europeos y la salida de la OTAN.
Con pinceladas ecologistas, sus políticas prometen convertirlo en el Robin Hood francés: propone una revolución fiscal con un impuesto de casi el 100% a los ingresos que sean 20 veces superiores al sueldo medio.
Numerosos expertos políticos europeos matizan que el programa de Mélenchon, “se asemeja” al del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez. El diario conservador francés Le Figaro lo tildó en su portada como el “apóstol de los dictadores revolucionarios“.
François Fillon
François Fillon se sitúa cuarto en cuanto a la intención de voto -codo a codo con Mélenchon- y es el líder del partido republicano francés. Un viejo conocido de la política gala ya que fue consejero municipal y regional, diputado, ministro y primer ministro con Nicolas Sarkozy.
Su campaña se vio empañada por la investigación que la justicia de su país está elaborando en su círculo más cercano: lo acusan de haber contratado a su mujer como asistenta parlamentaria, puesto que nunca habría ejercido.
A pesar de ser uno de los favoritos en la carrera presidencial, está siendo analizado por “desvío de fondos públicos, abuso de bienes sociales, complicidad y encubrimiento de esos delitos así como por tráfico de influencias”.
El programa de Fillon presenta una ruptura con trazos de inspiración liberal: semanas de 35 horas laborales y fijar la edad de jubilación a los 65 años.
Además, propone eliminar 500.000 funcionarios y el impuesto sobre grandes fortunas así como una revisión al Código Laboral.