El cloro es uno de los químicos más utilizados en el hogar y en los lugares de trabajo para limpiar y desinfectar, además está presente como ingrediente de varios productos de limpieza. Sin embargo, es importante tomar algunas precauciones al manipularlo, puesto que es altamente tóxico y podría dañar los tejidos de la piel y los ojos, especialmente.
De acuerdo a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, el cloro a veces está en forma de gas y puede ser presurizado y enfriado para volverlo líquido y así hacer posible envasarlo para venderlo en el comercio. Cuando se utiliza cloro líquido, éste se empieza a evaporar regresando a su forma de gas.
Y es en dicho estado cuando es más peligroso para la salud, según reporta LiveScience. La razón es que se trata de un irritante para el sistema respiratorio e inhalarlo podría causar un edema pulmonar, que es una acumulación anormal de líquido en los pulmones que produce dificultad para respirar, indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Además, este gas podría provocar irritación, quemaduras y ulceraciones en ojos y piel, advierte el Departamento de Salud de Nueva York.
De acuerdo al sitio LiveStrong cuando la piel es expuesta al cloro es posible que no se produzcan efectos inmediatos, sobre todo si éste ha sido diluido con agua. Pero mientras más tiempo se lo deje en la piel, las probabilidades de experimentar una irritación, quemadura o picazón aumentan.
Si el cloro cae en los ojos, las consecuencias son más serias, ya que el daño se produce más rápidamente. Según reporta LiveStrong el dolor y la irritación serán inmediatos y la lesión en los tejidos aumentará hasta que el cloro sea eliminado. Lo más grave que podría suceder es que ocurra un daño permanente a la visión e incluso una pérdida del ojo.
Para prevenir este tipo de accidentes, se recomienda utilizar guantes de goma al manipular cloro y ojalá gafas de seguridad.
En caso de que la piel entre en contacto con este químico, se recomienda enjuagar el área con agua por unos 15 a 20 minutos. Si la zona afectada son los ojos, lo que se sugiere es mantenerlos abiertos mientras se los enjuaga dejando correr agua de la llave por 15 a 20 minutos. Si se está usando lentes de contacto, removerlos luego de enjuagarse por 5 minutos y continuar lavándolos. Después de finalizar, buscar ayuda médica.
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