Los Golden State Warriors recibieron con alivio este sábado la noticia de que su alero Draymond Green no será suspendido para el quinto partido de la Final NBA contra Cleveland Cavaliers.
El jugador de 27 años de edad estará en la cancha para tratar de ayuda a los Warriors a ganar el campeonato la noche del lunes.
Los de Golden State lideran la serie 3-1, luego de perder el ciernes el cuarto partido en Cleveland, pero ahora están advertidos de que no pueden resbalar, como les pasó el pasado año, con Green tomando protagonismo de conflictivo.
El año pasado, los Warriors también lideraban 3-1 la Final, pero Green fue expulsado del crucial cuarto partido después de golpear en la ingle a la estrella de Cleveland LeBron James.
Entonces, los Cavaliers ganaron de visitantes el quinto encuentro, con Green viendo en la televisión el choque desde el palco de lujo en el estadio de béisbol al lado de la arena, esperando una celebración que nunca llegaría.
Cleveland ganó los juegos seis y siete para firmar el mayor regreso en la historia de la final de la NBA y destronar a los Warriors.
Un Green más maduro dice haber aprendido las lecciones de esa frustración, y lo ha demostrado al recibir menos faltas flagrantes esta temporada.
«Realmente he aprendido las lecciones, y eso me ha puesto en la posición que estoy hoy. Me siento mejor de lo que nunca me he sentido emocionalmente», declaró.
«Así que todas las cosas malas que te pasan no son tan malas cuando las miramos en retrospectiva. Es es algo que he aprendido y me servirá para el resto de mi vida», acotó.
Green se hizo silbar una falta técnica en el cuarto juego del viernes por un gesto con el brazo que pareció ofensivo a un árbitro, y por un momento se pensó que había recibido su segunda falta técnica del encuentro.
Pero cuando se analizó el video, se supo que el anotador había cargado a Green una falta técnica que le cantaron al entrenador de los Guerreros, Steve Kerr, por lo que al descubrirse el error, el alero pudo seguir en el partido, y se salvó de la suspensión.
Green terminó con 16 puntos y 14 rebotes en una causa perdida para los Warriores, que cayeron aplastados 137-116 ante los Cavaliers.
Una victoria de Warriors les hubiese coronado como el primer equipo de la historia que se corona campeón con una marca invicta de 16-0 en los playoffs.
Pero los Cavs jugaron su mejor partido del año, y dirigidos pos James y el base Kyrie Irving implantaron varios récords de las Finales, como la de mayor cantidad de triples encestados en un partido (24), mayor total de puntos en un solo cuarto (49) y en un tiempo (86).