Después de una impresionante racha en la caja de bateo, además de un gran juego defensivo, el tercera base quisqueyano simbolizó la recuperación en el juego ganador de los Indios.

El pasado sábado, Ramírez botó a pelota fuera del parque desde ambos lados del plato en el primer juego de una doble cartelera contra los Mellizos de Minnesota y ayudó a la Tribu a barrer los dos encuentros de ese día al irse de 10-5 con dos cuadrangulares y dos dobles.



Pero eso no fue lo único notable que hizo Ramírez en la semana con su aportación en el diamante.

El viernes, en otra victoria sobre los Mellizos, pegó dos dobles y dio un total de tres imparables, mientras que el domingo hizo lo mismo para encabezar la barrida de los Indios en la serie de cuatro juegos.



“Estoy haciendo lo que siempre he hecho”, declaró Ramírez, de 24 años. “Estoy manteniendo el enfoque. Gracias a Dios, he conseguido buenos lanzamientos estoy haciendo buen swing y que he tenido éxito en toda mi labor”.

La pasada semana, en los siete partidos que disputaron los Indios, Ramírez bateó .516 (de 31-16) con tres vuelacercas, ocho dobles, siete carreras empujadas y una base robada.

Ramírez también tomó un boleto y fue golpeado por un lanzamiento para sumar a sus 16 imparables, lo que le sirvió dejar promedio de .545 de embasado y 1.065 de slugging.

Ramírez también mostró una gran solidez en el juego defensivo, algo que siempre ha sido permanente en su desempeño en el diamante, y lo hizo con acciones destacadas en los partidos que los Indios disputaron el pasado jueves, viernes y sábado.

“Creo que hice una labor completa al mantener mi concentración en el juego defensivo y luego surgir con una buena inspiración ofensiva”, destacó Ramírez. “Lo importante es que al final todo el equipo se benefició con los triunfos que necesitábamos ante un rival directo de división”. EFE