El estado de Nueva York, uno de los más liberales de Estados Unidos, modificó una anticuada ley de casi un siglo que permitía el matrimonio a partir de los 14 años, y a partir de ahora prohíbe casarse a los menores de 17.
El gobernador demócrata Andrew Cuomo ratificó el lunes la legislación que eleva la edad mínima requerida para casarse de 14 a 18 años, aunque a partir de los 17 ya será posible con la autorización de los padres y del juez.
«Este es un gran paso en nuestros esfuerzos para proteger a los niños y prevenir casamientos forzados, y estoy orgulloso de firmar esta legislación que pone fin al casamiento infantil en Nueva York de una vez y para siempre», se congratuló Cuomo en un comunicado.
Más de 3.800 menores se casaron en Nueva York entre 2000 y 2010, dijo la oficina del gobernador. Según la anterior ley de 1929, los mayores de 14 años podían casarse con el permiso de los padres y el consentimiento escrito de un juez.
La nueva ley también ayuda a los magistrados a decidir si un joven está listo para casarse a los 17 años: debe hacerlo por su propia voluntad, no debe ser obligado, y el matrimonio no puede poner en peligro su salud física o mental.
«En el mundo una joven de menos de 18 años se casa cada dos segundos. Es una vergüenza nacional que tantos de estos casamientos estén sucediendo en Estados Unidos (…) Esperamos que los 47 estados que aún tienen que actuar (para prohibir el casamiento infantil) sigan el ejemplo de Nueva York», dijo Heather Barr, investigadora jefa de la ONG Human Rights Watch para los derechos de la mujer.
Casi 250.000 niños, algunos de apenas 12 años, se casaron en Estados Unidos entre 2000 y 2010, la mayoría niñas entregadas en matrimonio a hombres mayores, según Unchained (Sin cadenas), una ONG que lucha contra los matrimonios forzados o arreglados.
El despacho de Cuomo señaló que las jóvenes que se casan antes de los 19 años tienen un 50% más de chances de no terminar la secundaria y cuatro veces menos posibilidades de culminar la universidad.
Las que se casan antes de los 18 años también tienen más problemas de salud, con un 23% más de posibilidades de sufrir un ataque cardíaco, diabetes o cáncer. También existen mayores probabilidades de que sean golpeadas por sus maridos y que vivan en la pobreza al envejecer.
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