El opositor Leopoldo López, el más radical y emblemático de los políticos presos en Venezuela, salió este sábado de madrugada de prisión y está bajo arresto domiciliario, en una sorpresiva decisión del gobierno que busca bajar tensiones en medio de fuertes protestas.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acusado por la oposición de seguir los dictados del gobierno de Nicolás Maduro, otorgó casa por cárcel a López «por problemas de salud», confirmó la corte en su cuenta de Twitter.



La decisión, agregó, es una «medida humanitaria ajustada a Derecho» concedida el viernes por el presidente de la corte, Maikel Moreno, un polémico juez muy cercano a Maduro.



«Leopoldo llegó a su casa, salió en la madrugada, no lo he visto en mes y medio, tengo seis semanas sin verlo», declaró la madre de López, Antonieta Mendoza, acosada por la prensa afuera de su residencia, en el este de Caracas.

El líder opositor aún no se ha mostrado a los periodistas. Su esposa Lilian Tintori no ha emitido reacción, pero había dicho en Twitter el viernes que las autoridades le habían dejado ver a su esposo después de 32 días de incomunicación.

López, de 46 años, fue arrestado en febrero de 2014 y cumplía en la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, una condenado a casi 14 años de prisión bajo cargos de «incitación a la violencia» en las protestas que por unos cuatro meses exigieron ese año la renuncia de Maduro, y que dejaron 43 fallecidos.

La liberación de López se produce en momentos en que Venezuela vive una alta tensión con una ola de protestas que iniciaron hace tres meses, con las que la oposición pide la salida del poder de Maduro y rechaza una Asamblea Constituyente convocada por el gobierno, en medio de una grave crisis económica, política e institucional.

«El gobierno tratara de bajar la presión, es su objetivo y a parte de la oposición le puede convenir porque sabe que va al suicidio en una situación de perder», declaró a la AFP el analista Luis Vicente León.

Para el politólogo Luis Salamanca, el gobierno está «buscando apaciguar la protesta para que se llegue con más tranquilida» a la elección, el 30 de julio, de la Asamblea Constituyente.

– «Un mensaje de apertura» –

Con las detenciones en las protestas, que dejan 91 muertos, según la ONG Foro Penal subió de un centenar a 433 el número de «presos políticos», que el gobierno no reconoce sino que asegura que se trata de presos por actos de violencia.

López se convirtió en el símbolo de los opositores venezolanos presos, entre ellos el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, también bajo arresto domiciliario, y el exalcalde de San Cristóbal (oeste) Daniel Ceballos, bajo cargos de conspiración.

A fines de 2016, a instancias de la mediación internacional encabeza por el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, el gobierno y la oposición aceptaron dialogar con acompañamiento del Vaticano, tras lo cual fueron liberados varios activistas detenidos, de bajo perfil. La negociación fracasó en diciembre.

«Resulta evidente que el gobierno quiere dar unos mensajes de apertura y está respondiendo a la presión de Zapatero y otros negociadores», consideró León.

López fue visitado en varias ocasiones por Rodríguez Zapatero, la última vez el pasado 4 de junio, cuando también asistió la entonces canciller Delcy Rodríguez y el influyente dirigente chavista Jorge Rodríguez -hermano de la ministra-.

Tras esa última reunión, López llamó a los venezolanos a continuar protestando en las calles y su esposa negó que se estuviera negociando una medida de casa por cárcel a cambio de la desactivación de las manifestaciones.

«Leopoldo jamás va a negociar su libertad, primero está la libertad de todo un país», manifestó Tintori en esa ocasión.

Según León, la liberación del dirigente opositor podría abrir posibilidades de negociación, pero «lejos de lo que aspira la oposición», una salida de Maduro del poder.

Uno de los abogados de López en España, Javier Cremades, el primero que reveló la noticia, estimó que la medida «indica cuán desesperados y divididos» están en el gobierno y es una «muestra de debilidad de un régimen acorralado».

– «¡Libertad plena!»

La liberación de López fue ya saludada por Chile y por el jefe del gobierno español Mariano Rajoy, un fuerte crítico del gobierno de Maduro, quien dijo en Twitter estar «feliz de que Leopoldo López haya vuelto a casa».

«¡Nos da gran alegría que Leopoldo López esté en su casa con su familia! ¡Tiene que darse su libertad plena como a todos los presos políticos!», reaccionó el dirigente opositor Henrique Capriles.

A fines de junio, en un video difundido por su esposa en las redes sociales, López denunció a gritos que estaba siendo torturado en su celda. Pero el gobierno lo desmintió mostrando fotos -supuestamente de esos días- en las que aparecía recibiendo alimentos enviados por su familia.

«La perversa justicia bolivariana aún tiene sus garras sobre él», agregó Cremades, al señalar que la casa por cárcel «no implica modificación de su condena».

La defensa alega que López fue condenado por motivos políticos y con pruebas «manipuladas», violando sus derechos procesales, y que la justicia está al servicio del gobierno.