La cancillería de Perú llamó el lunes a su embajador en Ecuador, Hugo Otero, ante la decisión de ese país de construir un muro en la frontera, entre la localidad ecuatoriana de Huaquillas y la peruana de Aguas Verdes: desde comienzos de junio, el tema provocó roces diplomáticos entre ambos Estados.
Se trata de la obra denominada Parque Lineal en la Franja Derecha del Canal Internacional de Zarumillla,la cual ha continuado “a pesar de los pedidos formulados por Perú para que se paralice”.
El comunicado del Ministerio de Exteriores peruano se refiere a que ya hace un mes había manifestado su preocupación y solicitado a Ecuador información sobre la construcción del muro.
Ecuador sustentó entonces que la construcción “evitará, fundamentalmente, las inundacionesque cada año afectan a la población de la frontera” y aclaró que cumplía con todos los convenios establecidos, pues no impide el paso de personas.
El saliente presidente Rafael Correa intervino en el debate asegurando que las obras cumplían los acuerdos firmados por ambos países tras la guerra del Cenepa, en 1995.
Acusaciones cruzadas
Perú tiene una visión completamente distinta del asunto: “La construcción constituye un incumplimiento del numeral 21 del Acuerdo de Bases, mediante el cual se obligó a dejar una franja de 10 metros al lado derecho del Canal Internacional de Zarumilla para que ambos países pudieran realizar su mantenimiento y limpieza”.
La respuesta ecuatoriana no se hizo esperar: “La construcción considera los 10 metros libres de margen del canal para evitar que ese espacio se convierta en un foco de contaminación, botadero de basura y que el borde del canal no se ocupe nuevamente de forma irregular”, señaló el Ministerio ecuatoriano de Desarrollo Urbano.
El llamado a consultas es una práctica que se usa en la diplomacia cuando un país quiere expresar preocupación a otro pero sin que haya rupturas. En teoría, Otero debe permanecer en Lima hasta que Perú esté satisfecho con la evolución del asunto.
Fuente: DW