Salvador Ferrer es una de esas personas que en Constanza no necesitan presentación. Se le conoce como un ingenioso acostumbrado a emprender proyectos y “un tipo” de buen trato. También se sabe que elabora una cerveza artesanal, buscada por muchos clientes que han hecho de ella uno de sus productos preferidos en este municipio.



En 2001 estuve en Guatemala, en viaje de negocios y allá visitamos la cervecería local. Fue mi primera experiencia en lo que respecta a ver una fábrica de cerveza”, le dice Salvador Ferrer a un equipo de elCaribe que le visitó. “A raíz de ahí me motivé bastante, aunque nunca imaginé ponerme a elaborar cerveza aquí, especialmente por el tema de los ingredientes y porque la cultura de las cervezas artesanales era muy reciente”, agrega el emprendedor. El diálogo transcurre al calor de la tarde en el bar La Esquina, del que es administrador.

A Salvador el tema de las cervezas le apasiona, no se requiere mucho esfuerzo para tentarlo a que lo aborde. “Hace siete u ocho años vi en Amazon un kit de fabricación de cervezas (…). La primera no me salió bien; no fue como lo había imaginado. No se podía tomar”, rememora. “De ahí seguimos inventando y buscando asesoría; comencé a leer bastante. Todo esto lo veía como un hobby y en dos años leí seis o siete libros, incluyendo uno que es una especie de biblia para los cerveceros caseros”, explica. A Salvador “las cosas” le han salido mejor de lo esperado y no es casualidad que ocurra. Está acostumbrado al trabajo y -en este caso- no es la excepción.



Cuando abrí el negocio no pensé poner la cerveza a la venta. Si te fijas la cerveza mía es oscura y aquí la tradición es tomar cerveza rubia. No nos imaginamos que el dominicano iba a aceptarla. Obviamente, la cerveza original era más fuerte y no tan ligera como esta. Nos fuimos adaptando al gusto de la gente y a las opiniones que nos daba el consumidor. Para mí es importante”, explica.

Gracias a cada una de esas opiniones fuimos mejorando y mejorando. Esa interacción con la gente me motivó a ir a la universidad. Estoy terminando en la universidad Alicante una especialidad en elaboración de cervezas”, sostiene.

La especialidad a la que hace referencia Salvador está dirigida a personas que desean iniciar una actividad empresarial en el sector cervecero o simplemente quieren elaborarla, indica la academia en su página web. En la especialización se tratan los aspectos fundamentales relacionados a la cuestión, desde la adquisición de la maquinaria, el mantenimiento de la higiene, el control de calidad y el correcto diseño y mantenimiento de las líneas de servicio de la cerveza, entre otros puntos no menos importantes.

España no es el único lugar donde se imparten cursos para gente interesada en el mundo cervecero, ni el único espacio del mundo donde se trabajan cervezas artesanales. De hecho, la materia prima que usa Salvador viene de EE.UU., porque en esa nación hay una amplia variedad de suplidores. “A veces usamos malta que viene de Europa, pero vía Estados Unidos. Así es más fácil traerla. Todo el proceso que tengo es manual”, indica.

De acuerdo con las explicaciones del emprendedor de Constanza, en EE.UU. las cervecerías artesanales pasaron de ser punto de referencia para un día, a ser algo que se toma muy en cuenta en estos tiempos. “Cada pueblito tiene varias fábricas instaladas y eso ha hecho que haya una industria para suplir ese mercado, con equipos sencillos que no tienen que ser tan costosos”, asegura. La receta que usa Salvador para su cerveza Ferringer (así se llama su producto) es alemana con algunas modificaciones y adaptaciones.

El emprendedor está ampliando la capacidad de promoción, porque mucha gente se le acerca y le propone buscar la manera de ofertar la cerveza Ferringer más allá del municipio Constanza.

Fuente: ElCaribe.com