La escena estuvo mejor que la de cualquier novela televisiva. Un marido intercepta a su esposa –con cámara en mano– justo en el momento en que ésta sale con su presunto amante de un hotel en Ecuador.
“Hola, hola”, repite el hombre mientras toca a la ventana de vehículo en el que se encuentra la pareja.
“Pero miren de dónde está saliendo la muy pastosa”, indica el sujeto cuando su “esposa” sale del coche.
“Deja de grabar”, le reclama la mujer.
Pero, el esposo no se detiene e incluso enfoca a la placa del auto.
El acoso del individuo no parece intimidar a la mujer, quien lo deja en entredicho con su respuesta.
“Crees que es fácil estar aquí en serio. No es por nada, pero él por lo menos dos horas me cumple”, le espeta la infiel.
“Es increíble que me quieras grabar, que me quieras publicar porque solo hubo alguien que te está ayudando a cumplir ese papel de macho”, continúa la mujer.
Como si el argumento no fuera lo suficientemente inesperado, en defensa de la esposa entra a escena entra una mujer que estaba caminando por la zona.
“No ve que está haciendo un sacrificio. Usted cree que es cómodo acostarse con un desconocido”, plantea.
La historia tiene varios elementos para llamar la atención de los usuarios de redes: material audiovisual, alto contenido emocional, la vida íntima de desconocidos y una supuesta infidelidad.
Pero, ¡sorpresa! Como suele ocurrir en el ciberespacio, el video era un montaje con toda la intención de agregar seguidores al canal de videos del youtuber ecuatoriano Marcos Otavalo, quien cuenta con más de 27, 000 suscriptores.
La grabación recrea el caso real que se hizo viral en redes, en marzo pasado, de la llamada “Lady Tantra”, descubierta por su marido mientras abandonaba el hotel Tantra, en Quito, Ecuador, con su amante.
Fuente: ElDiarioNY.com