La dieta cetogénica se ha utilizado ampliamente y con éxito para tratar a los niños con epilepsia resistente a fármacos desde la década de 1920. Un estudio de científicos británicos, publicado en la revista The Lancet Neurology, reportó hace unos años que la crisis convulsivas en niños que consumían la dieta cetogénica se redujeron en dos terceras partes.

La intensidad de los ataques bajó considerablemente en menores que sufrían convulsiones a diario tras haber iniciado esta dieta, alta en grasas y proteínas y baja en carbohidratos.



En el estudio se analizaron a 145 niños de edades comprendidas entre 2 y 16 años que no habían respondido a al menos dos fármacos antiepilépticos y no habían sido tratados previamente con la dieta cetogénica. Se dividió al grupo entre 73 niños que fueron asignados a la dieta y 72 niños al grupo de control.



Después de 3 meses, el porcentaje medio de crisis fue significativamente menor en el grupo de dieta que en el de control, 28 niños en el grupo de dieta tuvieron una reducción de las convulsiones superior al 50% y cinco niños en ese mismo grupo presentaron una reducción de más del 90%.

En tanto, en aquellos niños que no habían iniciado la dieta, las convulsiones continuaron ocurriendo con la misma frecuencia.

¿Es buena para bajar de peso?

En los últimos tiempos la dieta cetogénica se popularizó como un método muy eficaz y rápido para bajar de peso.

Reseña el portal especializado en noticias sobre salud Holadoctor.com que en un reciente artículo publicado en la revista de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, el doctor Marcelo Campos señala que la pérdida de peso es la principal razón por la que sus pacientes usan la dieta cetogénica.

Básicamente, explica Campos, esta dieta hace que el cuerpo libere cetonas en el torrente sanguíneo. La mayoría de las células prefieren usar el azúcar en la sangre, que proviene de los carbohidratos, como la principal fuente de energía del cuerpo. En ausencia de circulación de azúcar en la sangre de los alimentos, se comienza a descomponer la grasa almacenada en moléculas llamadas cuerpos cetónicos, este proceso se llama cetosis.

Cuando se llega a la cetosis, la mayoría de las células utilizarán cuerpos cetónicos para generar energía hasta que comencemos a comer carbohidratos nuevamente. El cambio, de utilizar la glucosa circulante hasta pasar a la descomposición de la grasa almacenada como fuente de energía, generalmente ocurre durante dos o cuatro días de comer menos de 20 a 50 gramos de carbohidratos por día, comenta Campos.

Este es un proceso altamente individualizado, y algunas personas necesitan una dieta más restringida para comenzar a producir suficientes cetonas.

Críticas

Ya que carece de hidratos de carbono, la dieta cetogénica es rica en proteínas y grasas. Por lo general, incluye gran cantidad de carnes, huevos, carnes procesadas, salchichas, quesos, pescado, nueces, mantequilla, aceites, semillas y verduras con fibras. Debido a que es tan restrictiva, es realmente difícil de seguir a largo plazo.

Los carbohidratos normalmente representan por lo menos el 50% de la dieta americana típica. Una de las principales críticas de esta dieta es que muchas personas tienden a comer demasiada proteína y grasas de mala calidad de los alimentos procesados, con muy pocas frutas y verduras. Los pacientes con enfermedad renal deben ser cautelosos porque esta dieta podría empeorar su condición. Además, algunos pacientes pueden sentirse un poco cansados al principio, mientras que algunos pueden tener mal aliento, náuseas o vómitos, estreñimiento y problemas de sueño.

Beneficios

El doctor Campos señala que existe evidencia de una pérdida de peso más rápida cuando los pacientes siguen en una dieta cetogénica o muy baja en carbohidratos en comparación con los participantes en una dieta más baja en grasa tradicional, o incluso una dieta mediterránea. Sin embargo, esa diferencia en la pérdida de peso parece desaparecer con el tiempo.

Sí, en cambio, las pruebas son sólidas para demostrar que una dieta cetogénica reduce las convulsiones en los niños con epilepsia, a veces tan eficazmente como la medicación.

“En lugar de intentar una dieta de moda, en esta caso la cetogénica, es importante adoptar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras muy coloridas; carnes magras, pescado, granos enteros, nueces, semillas, aceite de oliva y mucha agua. Sostenible a largo plazo y con mejor evidencia para una vida larga, saludable y vibrante”, finaliza el artículo de Campos.