Cinco mujeres militares transexuales demandaron al presidente estadounidense, Donald Trump, y al Pentágono tras el reciente anuncio de que las personas transgénero no podrían trabajar más en el ejército.
En las demandas, interpuestas el miércoles ante un tribunal federal, las mujeres -que integran la aviación, el servicio de guardacostas y el ejército- se refieren a la incertidumbre sobre su futuro, así como sobre la posibilidad de perder sus derechos post-militares (en especial el de retiro).
Un portavoz del Pentágono declinó hacer comentarios por tratarse de un litigio en curso.
En una serie de tuits hace dos semanas, Trump dio marcha atrás a una medida aprobada por su predecesor Barack Obama más de un año antes.
«Tras consultas con mis generales y expertos militares, dense por informados de que el gobierno de Estados Unidos no aceptará y no permitirá a las personas transgénero desempeñar ninguna función en las Fuerzas Armadas estadounidenses», lanzó en aquellos mensajes.
Un anuncio que hizo con poca o ninguna coordinación con el Pentágono y durante las vacaciones del secretario de Defensa, Jim Mattis, dejando al departamento luego la tarea de dar una posición coherente.
La demanda apunta a Trump, a Mattis y a otros altos responsables militares. Fue interpuesta por el Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas (NCLR, siglas en inglés) y la Alianza Gay y Lesbiana contra la Difamación (GLAAD). Ninguna de las demandantes se identificó.
«La directiva de Trump de excluir a las personas transgénero de los servicios de las fuerzas armadas ha generado mucho daño que ya ha sido experimentado por nuestros militares», dijo Shannon Minter, director jurídico de NCLR.
«Los militares transgénero fueron tomados por sorpresa con este anuncio y tienen dificultades para entender lo que significa para su futuro y para sus familias», agregó.
De acuerdo con la demanda, restablecer la prohibición es inconstitucional.
Según las estimaciones, de 1.320 a 15.000 transexuales sirven en el ejército de Estados Unidos, con 1,3 millones de militares en servicio activo.
Desde el anuncio presidencial, la Casa Blanca no detalló al Pentágono el procedimiento a seguir, por lo que la política de la aceptación de personas transgénero se mantiene sin cambios efectivos hasta ahora.