Roma. Italia ironizaba este jueves sobre los sinsabores de Gianluca Vacchi, un rico playboy con más de 11 millones de seguidores en Instagram a quien un banco acaba de embargarle villas y un yate por una deuda de 10,5 millones de euros.
Este heredero de un gran grupo industrial italiano, de barba rala, cuerpo bronceado, musculoso y lleno de tatuajes, comparte en el mundo virtual su vida de excéntrico millonario, con sus bailes junto a su piscina, autos de lujo y jets privados para pasar veladas en Saint-Tropez o Las Vegas.
Vacchi, quien cumplió 50 años la semana pasada, asegura que trabajó duro durante 20 años hasta que se retiró, tras una crisis existencial de la que sacó su lema, «Enjoy» (‘disfruta’), repetido en sus publicaciones y en un libro epónimo.
Por su cuenta de Instagram se suceden lindas mujeres, como Ariadna Gutiérrez, una ex Miss Colombia víctima de una enorme metedura de pata televisiva, cuando recibió por error la corona de Miss Universo en diciembre de 2015, que al final se le concedió a Miss Filipinas.
Según el Quotidiano Nazionale, un consorcio de periódicos locales del norte de Italia, la vida de «Mister Enjoy» no está tan exenta de problemas como él la presenta.
En los últimos días, el Banco BPM le embargó varias de sus villas, un yate y sus participaciones en un club de golf cerca de Bolonia (norte), por un valor total de 10 millones de euros (unos 11,8 millones de dólares), que ya habían congelado debido a una deuda impaga equivalente, anunció el miércoles el diario.
«No es más que un pequeño pasivo» frente a la riqueza del holding familiar, defendió el interesado en las columnas del periódico, explicando que rechazaba el cálculo de los intereses de esta deuda.
La familia Vacchi es heredera del grupo IMA, especializado en embalaje industrial y farmacia. Ahora está dirigido por unos primos de Giancarlo, quien percibe unos 5 millones de euros en dividendos por año, según la prensa.
Desde el miércoles, los sinsabores del playboy eran objeto de diversión entre los internautas italianos, que parodiaban sus poses y sus coreografías junto a piscinas de plástico o botes a pedales.
La página de Facebook «Encontrar un trabajo para Gianluca Vacchi» tuvo un gran éxito. Pero la recaudación lanzada por un bromista para ayudarlo a reembolsar sus deudas apenas había recolectado 5 euros.
