El presidente estadounidense, Donald Trump, considera ejercer su derecho de gracia en favor de un controvertido exsheriff recientemente condenado por violar la prohibición impuesta por un juez de patrullar, sistemáticamente, en busca de inmigrantes ilegales.
“Considero seriamente perdonar al sherif (Joe) Arpaio”, declaró Trump, en una entrevista difundida el lunes en el sitio de internet de Fox News.
Según el mandatario, Arpaio es un “gran patriota estadounidense” que “se implicó mucho en la lucha contra la inmigración ilegal”, agregó, y “no merece ser tratado de la forma en que lo ha sido”.
Arpaio, de 85 años y ferviente partidario de Trump, llevó durante casi un cuarto de siglo una persecución reivindicada e implacable en el condado de Maricopa, en el suroeste del estado de Arizona, contra los inmigrantes latinos.
Entre otras vejaciones, imponía a los detenidos bajo su custodia dormir en tiendas bajo un calor sofocante, vestidos con un calzón rosado.
La importante organización estadounidense de defensa de los derechos civiles, American Civil Liberties Union (ACLU), expresó su preocupación sobre la intención de Trump de perdonar al sheriff.
“No nos equivoquemos: se trataría de la promoción presidencial oficial del racismo”, comentó Cecillia Wang, una portavoz de la ACLU.
El derecho de gracia es un poder conferido al presidente estadounidense quien, según la Constitución, puede anular una condena emitida por la Justicia federal, o conmutar la pena de un condenado, es decir, reducir la duración sin anular la sentencia.