Aunque suene demasiado indignante para ser cierto, una corte de apelaciones en Oregon, Estados Unidos, acordó el miércoles que una pareja debe cortar las cuerdas vocales de sus perros debido a una demanda vecinal por los constantes ladridos de estos animales.
El caso comenzó en el 2002 cuando Karen Szewc y John Updegraff comenzaron a criar mastines tibetanos para proteger a las ovejas de los depredadores, en su granja en Rogue River, Oregón, informa Washington Post.
Los vecinos Debra y Dale Kerin rápidamente se cansaron de los constantes ladridos de los canes por lo que decidieron establecer una denuncia. En 2004 y 2005, el condado de Jackson citó a Szewc por violar una disposición del código del condado sobre molestias públicas.
Las denuncias eran apeladas bajo el argumento de tener una granja y que los perros los ayudaban a proteger a sus ovejas. Sin embargo, la dilatación de los juicios terminó y ahora Karen Szewc y John Updegraff deberán pagar a sus vecinos la suma de US$ 238 mil en daños y cortar las cuerdas vocales de sus canes.
Este procedimiento quirúrgico es altamente cuestionado y está parcialmente prohibido en seis estados. Muchas organizaciones de bienestar animal se oponen a ella, al igual que algunos veterinarios, que han mostrado su indignación y sorpresa.