La forma en que se manejó el caso de los implicados en la distribución de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, mediante la cual ganaba licitaciones de obras, las cuales sobrevaluaba en detrimento del Estado y otras empresas del sector privado, fue un show desde un principio que se montó con la finalidad de que la población dominicana soltara la presión que le tenían montada al gobierno de Danilo Medina.
Desde la forma en que fueron a buscar los implicados, grabando y mostrando las detenciones en televisión, hasta la transmisión de la audiencia preliminar, visitas a la cárcel y declaraciones a diestra y siniestra, todo estaba bien estructurado en un guion de una película mal hecha.
En medio del sometimiento judicial, el gobierno se encargó de ir ayudando, desacreditando, y desarticulando todo lo que llevaba etiqueta de causarle un dolor de cabeza, frenando casi por completo las esperanzas de que por primera vez se hiciera justicia.
Desde que el procurador Jean Alain Rodríguez asumió el reto de dirigir el Ministerio Público, son muchos los que nos preguntamos ¿Cuáles son sus aportes? Al parecer llegó a jugar el papel que abandonó Francisco Domínguez Brito, donde solo se lamentaba, pero nunca actuó con firmeza en materia de lucha contra la corrupción, montó un espectáculo con Félix Bautista, pero todos saben que esto fue un mensaje para frenar las aspiraciones del hombre mano derecha de Leonel Fernández, debilitándolo pasaba sin problemas la reelección.
En casi todos los países donde Odebrecht ha tenido presencia, hay sometimientos, e inclusive un expresidente de Panamá será extraditado desde Estados Unidos para que enfrente la justicia por sus vínculos en casos de sobornos.
Pero en la República Dominicana que es la cuna de la corrupción no pasará absolutamente nada debido a que la corrupción no es un tema que inquieta a las masas en este país ubicado en el mismo trayecto del sol, como dijo el fallecido poeta Pedro Mir.
Estoy en pensar que tanto Ángel Rondón, como Víctor Díaz Rúa y demás implicados deberían ser canonizados, aprovechando las buenas relaciones que tiene el Estado dominicano con la iglesia Católica, es oportuno el momento para exaltar en vida a estos grandes hombres, porque nada ni nadie manchará su honra ni les tocará con el pétalo de una rosa.
A lo mejor tampoco soy el único que piensa que no deberían hacerse elecciones de ningún tipo, que siga el sistema de impunidad, corrupción, dictatorial, porque total, eso es lo que el pueblo quiere….