Un sismo de 7,1 grados dejó al menos 65 muertos en México, según los primeros reportes de autoridades locales, e hizo colapsar varios edificios en la capital, cuando se conmemoran 32 años del potente terremoto de 1985.




El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, informó en su cuenta Twitter de 42 muertos en su jurisdicción y el gobernador del estado México, Alfredo del Mazo, reportó a Milenio Televisión al menos 5 fallecidos más. Previamente el presidente municipal de Puebla, Luis Banck, había indicado que en su ciudad hubo dos víctimas mortales.




Hasta ahora, las autoridades no han dado un balance de daños o víctimas en Ciudad de México, donde viven 20 millones de personas, pero reporteros de la AFP constataron que varios edificios colapsaron, especialmente en el sur y el centro de la capital.


El presidente Enrique Peña Nieto, que se encontraba fuera de Ciudad de México, anunció su regreso a la capital para coordinar las labores de rescate.


«He convocado al Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación y coordinar acciones. El PlanMX ha sido activado», escribió el mandatario en Twitter.


«He ordenado evacuar los hospitales con daños y trasladar a sus pacientes a otras unidades médicas», añadió.


El sismo ocurrió a las 13H14 locales (18H14 GMT). El Instituto Sismológico de México estimó inicialmente el terremoto en 6,8, y luego lo situó en 7,1. El epicentro se ubicó entre los estados de Puebla y Morelos, cerca de la capital.


El USGS de Estados Unidos también estimó el movimiento telúrico en 7,1.


– Edificios colapsados –

En un edificio colapsado de la concurrida calle Álvaro Obregón de la colonia Roma, popular por sus bares, restaurantes y cafés, rescatistas voluntarios lograron desenterrar viva a una persona que estaba sepultada por los escombros, provocando aplausos y gritos de alegría de las personas que observaban.


Muy cerca de allí, se derrumbó casi por completo una clínica de medicina alternativa de cinco pisos. Tres heridos han sido rescatados de entre los escombros, mientras voluntarios buscan a más personas. «¡Hay gente atrapada!», gritaba una mujer.


En otros edificios de la misma zona, voluntarios espontáneos se sumaban a las autoridades para remover escombros. Uno de ellos sostenía un letrero con la palabra «silencio» con el fin de poder escuchar si debajo de los escombros hay personas con vida. 


En ese barrio, también se derrumbó una escuela, que aplastó al menos dos coches.


«Llegamos al colegio y todo el mundo llorando, todo el mundo desesperado y los niños agarrados de una cuerda», narró a la AFP Jorge López, de 49 años, que estaba con sus dos hijos de 6 y 3 años.


La gente permanece en las calles, temerosa de entrar nuevamente a los edificios. 


La acumulación de personas en las calles junto al corte de electricidad que ha dejado sin funcionar a los semáforos, provoca un auténtico caos en el tráfico de la zona central.


En una primera reacción, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su solidaridad con los mexicanos. «Dios bendiga a la gente de Ciudad de México. Estamos con ustedes y los vamos a apoyar», escribió en su cuenta Twitter.


El aeropuerto de Ciudad de México suspendió sus operaciones.


En tanto, funcionarios de Protección civil advierten a la población que hay fugas de gas.


«¡No fumen! ¡Hay fugas de gas!», gritaban los socorristas mientras corrían por las calles en el sector de Roma Norte.


– La misma pesadilla de 1985 –

«Estoy consternada, no puedo contener el llanto, es la misma pesadilla que en 1985», dijo a la AFP, entre lágrimas Georgina Sánchez, de 52 años, en una plaza de Ciudad de México.


En el terremoto del 19 de septiembre de 1985, más de 10.000 personas murieron en Ciudad de México.


«Estaba caminando por (la calle) Colima y las ventanas empezaron a moverse. Vi a la gente correr, empezaron a gritar. Estuvo muy feo. No me quería acercar a ningún árbol. Me tuve que tirar al suelo», refirió Leiza Visaj Herrera, de 27 años.


«Estuvo bastante fuerte. Los edificios empezaron a moverse. La gente está muy nerviosa. Vi a una señora que se desmayó», relató Alfredo Aguilar, de 43 años.


En la mañana de este martes, las autoridades habían realizado un simulacro de sismo.


En Ciudad de México funciona un sistema de alarmas que se activa un minuto antes del sismo, pero periodistas de AFP dijeron que esta vez se escuchó la alarma al mismo tiempo que comenzó a sentirse el temblor.


El pasado 7 de septiembre, un terremoto de 8,1, el más fuerte en un siglo en México, causó 96 muertos y más de 200 heridos en el sur del país, especialmente en los estados de Oaxaca y de Chiapas.