Miami, Estados Unidos. Saltarse el desayuno o alimentarse mal al empezar el día duplica el riesgo de desarrollar una arteriosclerosis, un aumento del espesor de la pared de las arterias que puede ser fatal, según un estudio publicado este lunes en el Journal of the American College of Cardiology.

Los científicos descubrieron lesiones causadas en las arterias antes de la aparición de síntomas o del desarrollo de la enfermedad.



Según ellos, este descubrimiento podría proporcionar una herramienta importante en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares, causantes de la mayoría de muertes en todo el mundo.



Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 17,7 millones de personas murieron de estas patologías en 2015.

«La gente que se salta habitualmente el desayuno, probablemente tiene un estilo de vida poco sano en general», dijo Valentin Fuster, director del hospital estadounidense Mount Sinai Heart y redactor jefe de la publicación.

«Este estudio prueba que se trata de una mala costumbre que la gente puede cambiar proactivamente para reducir su riesgo de enfermedad cardiovascular», estimó.

Los científicos estudiaron durante seis años 4.000 trabajadores de mediana edad residentes en España. El 25% tomaba un desayuno rico e ingería al menos el 20% de las calorías diarias en esa comida, pero la gran mayoría, un 70%, apenas tomaba en la primera comida entre el 5% y el 20% de las calorías diarias. El 3% no comía prácticamente nada.

Este último grupo «tiende a tener hábitos alimenticios menos sanos y una mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular», según los trabajos.

Estas personas también tienen más «diámetro corporal a la altura de la cintura, mayor indice de masa corporal y más tensión arterial, más lípidos en la sangre y niveles más altos de glucosa en ayunas», señaló.

Ayudándose de ultrasonidos para identificar eventuales depósitos de grasa en las arterias o signos precursores de enfermedad, los investigadores se dieron cuenta de que las personas que consumen menos del 5% de las calorías diarias recomendadas en el desayuno, tienen de media dos veces más grasa en las arterias que las que toman un desayuno muy calórico.

Este riesgo aparece independientemente de otros factores como el tabaco, el nivel de colesterol o el sedentarismo.

Estudios precedentes ya habían asociado un desayuno sano con un buen estado de salud, menos peso, un régimen equilibrado y menos riesgo en lo relativo al colesterol, la tensión arterial y la diabetes. Omitir el desayuno se había visto también que incrementaba la probabilidad de desarrollar una enfermedad coronaria.

«Aunque quienes se saltan el desayuno están intentando por lo general perder peso, a menudo acaban comiendo más comida y menos sana al final del día. Omitir el desayuno puede provocar desajustes hormonales y alterar los ritmos circadianos», explicó Prakash Deedwania, profesor de medicina de la Universidad de California, en un editorial que acompaña a la publicación.

«Que el desayuno es la comida más importante del día ha quedado demostrado a la luz de esta prueba», concluyó.