Este lunes comenzó en Gales el juicio contra Matthew Scully-Hicks, un preparador físico, acusado de matar a su hija de 18 meses, a la que había adoptado dos semanas antes de su fallecimiento.
La niña murió en mayo de 2016, luego de permanecer internada varios días en el Hospital Universitario de Gales en Cardiff, donde ingresó tras presentar un paro cardíaco y un traumatismo craneal, producto de diversas lesiones.
De acuerdo a un artículo del diario The Guardian, la niña había sido adoptada formalmente por Scully-Hicks y su esposo, Craig Scully-Hicks, dos semanas antes de su fallecimiento, aunque vivía con ellos desde septiembre de 2015.
Matthew que trabajaba como preparador físico, había renunciado a su vida profesional, a cambio de quedarse en su casa cuidando a la pequeña Elsie, mientras que Craig mantuvo sus labores como director de una empresa.
“Las heridas que causaron la muerte de Elsie fueron causadas por el acusado poco antes de llamar a los servicios de emergencia”, indicó el fiscal Paul Lewis, quien señala a Matthew como responsable de la muerte de la niña.
De acuerdo a la acusación de la fiscalía, las agresiones contra Elsie que produjeron su muerte, fueron la culminación de una serie de ataques en contra de la niña, que terminaron en el homicidio.
La fiscalía ha descartado presentar acusaciones en contra de Craig, al no hallar pruebas que demuestren que haya participado en alguna agresión contra la niña.
La pequeña Else nació en noviembre de 2014, y a los pocos días le quitaron su custodia a la madre, una mujer con problemas de adicción a las drogas. Permaneció sus primeros 10 meses de vida en diferentes organismos estatales, hasta que fue enviada con los Scully-Hicks como familia sustituta y quienes sólo en mayo de 2016 pudieron oficializar su adopción.